Las pinturas y dibujos de Jungwirth transitan de forma magistral por la sutil frontera entre realismo y abstracción
El Museo Guggenheim Bilbao presentó Martha Jungwirth, una exposición retrospectiva que reúne cerca de setenta obras de la artista austriaca, las cuales abarcan seis décadas de trabajo. Su arte no pretende plasmar un relato o una representación visual lineal, sino que se sirve de unos trazos explosivos y gestuales y unos tonos vibrantes para expresar emociones.
Famosa por su peculiar vocabulario abstracto basado en el mundo físico, Martha Jungwirth (Viena, 1940) ha hecho gala de una extraordinaria capacidad para evolucionar y adaptar su lenguaje artístico. Las obras de la muestra, que van de 1976 a 2023, incluyen una nutrida selección de acuarelas y óleos, así como 3 libros de artista que engloban casi 50 años de una considerable producción.
Comisariada por Lekha Hileman Waitoller y patrocinada por Occident, es la primera exposición de Martha Jungwirth en España desde 1966, cuando fue galardonada con el Premio Joan Miró. Las pinturas y acuarelas de Jungwirth se inspiran en la minuciosa observación de la forma humana, los animales, la historia del arte y sus extensos viajes por todo el mundo.
Las obras resultantes suscitan una sensación de espontaneidad a través de sus formas erráticas y sus intensos colores. Martha Jungwirth se erige como figura fundamental dentro del panorama artístico austriaco. Criada en el caldo de cultivo cultural y artístico de la Viena de posguerra, estudió Arte en la Universität für angewandte Kunst (Universidad de Artes Aplicadas) de Viena entre 1956 y 1963.
LO VISCERAL Y LO SUBJETIVO
Pese a las cambiantes tendencias de la pintura, Jungwirth consagró su obra al desarrollo de un estilo abstracto único que se nutre de un sinfín de influencias de su vida. Sus primeros trabajos muestran un particular enfoque de lo visceral y lo subjetivo, caracterizado por una fusión de expresionismo abstracto con un fuerte componente emocional, que sienta las bases para el desarrollo de su peculiar estética.
Su temática es tan diversa como sus propios intereses, y abarca desde introspectivos autorretratos hasta paisajes y obras inspiradas en acontecimientos de actualidad, como la COVID-19 o los incendios forestales de Australia.
Las pinturas y los dibujos de Jungwirth transitan la sutil frontera entre realismo y abstracción. Su arte no pretende plasmar un relato o una representación visual lineal, sino que se caracteriza por unos trazos explosivos y gestuales y unos tonos vibrantes que expresan emociones.
Por sus colores de gran carga emocional y sus formas gestuales que aluden sus orígenes, las pinturas de Jungwirth son difíciles de clasificar. Su obra no capta meros momentos fugaces o simples imágenes, sino que condensa profundas experiencias, emociones y recuerdos.
A través de su arte, Jungwirth transmite una aguda comprensión de las ilimitadas especificidades de la realidad, ofreciendo al espectador un atisbo de las profundidades de la percepción y la conciencia humanas.
Las intensas pinturas de Jungwirth tienen un estilo decididamente inconformista y están realizadas en soportes inesperados, como cartón, libros de contabilidad o papel de estraza.
MATERIALES ESPONTÁNEOS
La artista ha buscado siempre la liberación en su utilización de materiales inusuales que desafían las convenciones de los repertorios artísticos tradicionales, regodeándose en lo anodino, lo ignorado y lo heterodoxo.
Esas viejas reliquias, manchadas y con los bordes desgastados, le sirven tanto de lienzo como de catalizador de una expresión desinhibida, invitándola a explorar los sutiles contornos del control y el caos con una fogosa libertad que trasciende los límites artísticos convencionales.
La obra de Jungwirth va más allá de la mera selección de materiales poco comunes: los transforma en un diálogo con los ordenados sistemas del ámbito físico. La yuxtaposición de materiales diseñados para imponer el orden se convierte, en manos de Jungwirth, en terreno fértil para pinceladas gestuales, espontáneas y vivos colores.
OBJETOS Y PERSONAS
La exposición se abre con las obras de juventud de Jungwirth, una selección de dibujos de gran formato de objetos cotidianos de su serie Indesit, que supone la génesis de su carrera artística tal y como podría entenderse cincuenta años más tarde, y representa el comienzo de sus sutiles exploraciones entre el realismo y la abstracción.
También se muestra una selección de retratos y grupos de personas que son representativos de la transición al trabajo exclusivo con acuarelas y óleos. Aunque resulte inesperado para una artista abstracta, el género del retrato es uno de los pocos a los que Jungwirth ha regresado una y otra vez a lo largo de los años, fusionando la forma humana con expresivas y gestuales pinceladas y con el color.
Transgrediendo los límites del retrato tradicional, el trabajo de Jungwirth en este género muestra una habilidad innata para captar la esencia íntima y el carácter de sus modelos, en lugar de quedarse en una representación superficial.
ESCAPADAS DE PINTURA
Además de centrarse en el paisaje interior, Jungwirth siempre ha mirado también hacia el exterior, explorando el mundo natural. Los viajes como forma de investigación artística han sido fundamentales para su labor desde la década de 1970.
Las escapadas de Jungwirth siempre han sido experiencias inmersivas alimentadas por la lectura de literatura clásica, el estudio de la historia de la arquitectura y otras inquietudes paralelas que sirven para impregnar sus cuadros de las ricas texturas culturales adquiridas durante sus excursiones.
Las pinturas que resultan de sus viajes no son meras representaciones de los lugares que ha visitado, sino más bien respuestas emocionales a los estados de ánimo y las sensaciones que desata la naturaleza.
Mediante una síntesis de abstracción y formas reconocibles, Jungwirth crea un diálogo entre lo interno y lo externo, invitando al espectador a experimentar la profunda conexión entre el yo y el mundo.
LOS ANIMALES COMO IMAGINARIO
En las recientes pinturas de animales de Jungwirth, la convergencia de la historia y los acontecimientos actuales resulta palpable a través de una selección de cuadros que hunden sus raíces en la cruda realidad de un mundo que lucha contra el cambio climático.
Su reciente serie Australidelfos (Australidelphia) (2020) se centra en los mamíferos marsupiales australianos, algunos de los cuales se consideran “fósiles vivientes” por todo un conjunto de características que han permanecido inalteradas desde tiempos prehistóricos.
La serie no es solo un guiño a esas criaturas antiguas, sino también una reflexión sobre los devastadores incendios forestales que asolaron Australia entre 2019 y 2020, provocando un enorme número de víctimas entre los animales.
Si bien los cuadros eluden la simplista reducción a imágenes reconocibles, los elementos cromáticos —que comprenden motivos de color rosa, rojo, marrón y negro— de sus composiciones simbolizan la violencia externa a la que hubieron de enfrentarse estas especies.
HISTORIA DEL ARTE
Jungwirth encuentra constantemente inspiración en un amplio abanico de pintores, que abarca tanto figuras célebres como otras con una representación menos destacada en el canon. Sus series de pinturas inspiradas en artistas como Richard Gerstl, Frans Hals y Oskar Kokoschka ejemplifican su extensa exploración de la historia del arte.
En sus últimos trabajos, recurre a las obras maestras de Francisco de Goya y Édouard Manet, a las que imprime su peculiar vocabulario artístico, lo que da lugar a radicales desviaciones de las fuentes originales.
En mitad de esta confluencia de relatos históricos e interpretaciones contemporáneas, sus constantes experimentos con la materialidad de la pintura siguen siendo evidentes, alcanzando un equilibrio entre el gesto y el espacio abierto, la abstracción y el realismo.
Martha Jungwirth fue acompañada de un catálogo profusamente ilustrado con las obras de la muestra, aderezadas con el poema que Jungwirth escribiera en 1988 “der affe in mir” [el simio que hay en mí], el cual puede interpretarse como una declaración artística, y con dos esclarecedores ensayos de la comisaria de la exposición, Lekha Hileman Waitoller, y de la experta académica Julianne Rebentisch.