Una situación límite se vive en las islas Canarias con la llegada desmedida de inmigrantes ilegales en pateras. Aumentó un 126% este año, al igual que la presencia de menores no acompañados. Una situación que exacerba las labores de los centros de acogida por las particularidades que implica el cuidado de esa población vulnerable.
Han llegado 12.440 inmigrantes adicionales a los registrados en 2023, cuando se contabilizaron 9.864 personas y 188 embarcaciones. El Ministerio del Interior estima que han ingresado al archipiélago 22.304 personas y 304 embarcaciones hasta el 15 de agosto. A esta cifra hay que sumar 716 personas que llegaron esta semana .
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez , se comprometió a aportar «al menos» 50 millones de euros en lo que queda del año para atender a más de 5.150 menores migrantes que han llegado al archipiélago en pateras y cayucos en 70 centros de acogida. Casi 10.000 euros por menor. España tiene la responsabilidad de acoger a estos niños y adolescentes y ser garante de los derechos humanos. “Los menores migrantes son personas sujetas de protección. No son cifras, sino chicos y chicas con identidad, con rostro, con sueños, que debemos proteger y para quienes debemos procurar un futuro mejor”, afirmó la consejera de Bienestar Social, Candelaria Delgado.
La casi totalidad de estos menores no acompañados son varones adolescentes (95%). El 94% tiene entre 12 y 17 años y solo un 1% son pequeños de menos de 7 años.
La gran mayoría de los menores provienen de Senegal, Mali, Gambia, Marruecos, Guinea Conakry y Mauritania. Todos se encuentran al amparo de la Convención Internacional de los Derechos del Niño. Un 51,6% están tutelados en Las Palmas y el 48,4% restante en Tenerife.
Hartazgo también fuera de límites
Los 5.150 menores inmigrantes no acompañados están alojados en condiciones de hacinamiento en los centros de menores migrantes que gestionan 10 entidades sociales que han expresado su hartazgo ante “la falta de respuestas” de la Unión Europea y España. «El límite para atenderlos dignamente se superó hace tiempo y en los próximos meses pueden llegar 7.000 más. Decimos basta en un tono fuerte, no aguantamos más esta situación”, dijo Miguel Ángel Díaz, de la ONG Mundo Nuevo y en representación de las 9 entidades restantes.
El manejo de los centros de alojamiento han sido fuertemente criticados por el hacinamiento imperante, los malos tratos, el mal uso del ocio y la falta de profesionales. Díaz pide el apoyo de la sociedad canaria para dar a estos jóvenes una “respuesta adecuada para su formación e integración a la sociedad lo más normalizada posible».
El gobierno canario afirmó que trata de crear “un proceso de integración” de los jóvenes que llegan al archipiélago. «Formarlos, escolarizarlos, darles una respuesta afectiva y atención sanitaria», es su preocupación