La pandemia es solo la punta del iceberg. La crisis ambiental va mucho más allá. La COVID-19 ha llamado más la atención porque ha tenido un efecto inmediato y cercano. Pero los grandes problemas, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad o el debilitamiento de la capa de ozono siguen allí. Hoy más que nunca deben ser atendidos.
Y en esa línea, el II Congreso Internacional de Sostenibilidad del Medio Ambiente se convirtió en el punto de encuentro para que expertos y activistas de los más diversos sectores continuaran poniendo su saber y su energía para afrontar el más grande reto para la humanidad: defender la delicada esfera azul que es nuestro hogar.
Las medidas de restricción por la emergencia sanitaria cambiaron la forma del evento, pero no el fondo. Se hizo de manera presencial en unos casos y remota en otros. Una vez más, economistas, juristas, periodistas, científicos, ambientalistas, autoridades y empresarios compartieron sus experiencias y conocimientos en la atención de la crisis ambiental cuyo impacto ya estamos viviendo.
En esta cruzada para entender y contener la crisis ambiental, los dos mayores enemigos son el pesimismo y el negacionismo. El primero repite y repite que no hay nada que podamos hacer. El segundo, que no hay nada de qué preocuparse. Ambos conducen a la inacción, a la pasividad. En respuesta, el congreso internacional, organizado por Cambio16 y sus aliados, apunta en la dirección correcta: aceptar la realidad y trabajar hombro a hombro para salvar y proteger el medio ambiente que permite la existencia de seres vivos.
Sinergia para lograr el cambio
La apertura del evento estuvo a cargo del director de Comunicación en WWF España, Miguel Ángel Valladares, quien destacó la importancia de lograr la participación de todos los sectores -tanto públicos como privados- para lograr este gran movimiento, desterrar las diferencias y generar la sinergia que permita lograr un cambio irreversible hacia un mundo justo, solidario y sostenible que garantizará la sobrevivencia.
En sus palabras, Valladares reconoció el trabajo de Cambio16 y de los coorganizadores (entre los que están WWF España) por trabajar en una causa común: conseguir una nueva humanidad para un mundo mejor. Esa humanidad, recalcó Valladares, implica un planeta sano. Es imprescindible.
Recordó que la crisis generada por la COVID-19 es consecuencia directa de la destrucción de hábitats, reducción de la biodiversidad y el cambio climático. Acciones y conductas que rompen el equilibrio natural y hacen que se crucen los caminos de la humanidad y los patógenos antes desconocidos. Hoy, la sociedad global vive las consecuencias. Para finalizar, destacó que a este evento no se ha venido solo a hablar y a compartir conocimientos, sino también a trabajar, «como nos comprometimos en el congreso del año pasado».
Cada granito de arena cuenta
Seguidamente, Gorka Landaburu, presidente del II Congreso Internacional de Sostenibilidad del Medio Ambiente, agradeció a todos por su participación. Destacó que la jornada brinda una luz en estos retos a los que nos enfrenta la crisis ambiental, «donde cualquier granito de arena es esencial».
Destacó que es fundamental pasar de las palabras a los hechos, de la denuncia a la acción. «Debemos impulsar desde todos los ámbitos, con todas nuestras fuerzas, una conciencia colectiva e individual que nos conduzca a una verdadera militancia contra el cambio climático», concluyó.
Francisco Javier Garayoa Arruti, director general de Spansif, habló de la inversión socialmente responsable como una herramienta clave en la conservación del medio ambiente. Destacó que las finanzas sostenibles son un elemento fundamental en la canalización de fondos para lograr la transformación hacia modelos económicos, sociales y energéticos que tengan como norte la protección del medio ambiente. Permiten que «pasemos del mundo teórico al mundo real, pasemos a los proyectos verdes, a la creación de empleo, a la compensación de situaciones como la que estamos viviendo» a raíz de la pandemia de la COVID-19.
Conservación de la naturaleza y su biodiversidad
La biodiversidad es un escudo protector de la humanidad desde el punto de vista epidemiológico. La pérdida de especies en todo el planeta viene alcanzado límites superiores a la capacidad de la naturaleza para reponerse. Así, proteger la naturaleza y la biodiversidad no es una opción, sino una obligación.
El desequilibrio de origen antropogénico (la acción humana) que afecta a la naturaleza es de tal magnitud que el planeta ya no puede mantener ni garantizar la salud humana. La pérdida de biodiversidad y la reducción de espacios naturales son factores clave para entender el porqué de la propagación y la incidencia de este tipo de virus.
Los datos son alarmantes. Resulta perentorio trabajar unidos para preservar la diversidad biológica y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, protegiendo la salud y el bienestar de todas las formas de vida, humanas o no. Abordar el surgimiento de las enfermedades zoonóticas requiere atender su causa raíz: el impacto de las actividades humanas. Este fue el tema central de la mesa de debate sobre la conservación de la naturaleza y la biodiversidad que reunió a Enrique Segovia, director de Conservación de WWF España; Ignacio Torres, subdirector de Biodiversidad y Cambio Climático de la Fundación Biodiversidad MITECO; Juan Carlos Atienza, responsable de Gobernanza Ambiental en SEO/BirdLife y Mauricio Domínguez-Adame, director de Responsabilidad Social y Corporativa de Heineken. El panel contó con Arturo Larena, director de Efe Verde, como moderador.
Somos víctimas de nosotros mismos
Francisco Benedito, CEO y cofundador de ClimateTrade, en su presentación sobre Finanzas sostenibles y la COVID-19, recordó que la pandemia es un ejemplo de las relaciones causa-efecto de la actividad humana en el equilibrio natural. El origen del virus es zoonótico, y su paso de animales a personas es consecuencia del cambio climático, que a su vez es resultado de la actividad humana. Somos las víctimas y los causantes de la pandemia.
Lo grave es que estos eventos sanitarios pudieran llegar a convertirse en recurrentes y a pandemias más severas en el futuro. Para evitarlo, debemos actuar contra el cambio climático. «Y tenemos muy poco tiempo», apuntó Benedito.
En este sentido, la descarbonización de la economía -y del planeta- es una tarea urgente, que demanda un marco jurídico de alcance global. Un ejemplo de avances es el Green Deal de la Unión Europea, que señala cómo reducir y eliminar el uso de combustibles fósiles.
Pero también son necesaria medidas desde el punto de vista financiero. Trajo un ejemplo: las diez mayores compañías de carbono del mundo han quebrado porque los inversores dejaron de invertir en ellas.
Igualmente importantes son los consumidores, a quienes debemos llamar ahora «prosumidores». Son los que les exigen a las compañías que sus productos sean sostenibles. Al final, para tener éxito financiero será necesario ser ambientalmente responsables. De esta manera, las empresas lo harán cada vez mejor y todos salimos ganando.
Una ley de cambio climático sin letras pequeñas
Sara Pizzinato, miembro de la secretaría técnica de Alianza Mar Blava, explicó detalles de la Ley de Cambio Climático que se debate en el Congreso de los Diputados. Destacó la importancia del instrumento jurídico y subrayó como aspecto positivo que la propuesta incluya la prohibición de nuevos proyectos de exploración de hidrocarburos en todo el territorio nacional y en el mar de competencia nacional. Sin embargo, alertó que incluye una “letra pequeña” que pondría en peligro la protección del mar.
En concreto, la norma no impide que las solicitudes presentadas antes de su entrada en vigor prosperen. Tampoco evita que se puedan prorrogar las concesiones de extracción de hidrocarburos en funcionamiento. Además, limita la prohibición de las actividades en el subsuelo marino a la búsqueda y extracción de hidrocarburos y deja por fuera minerales cuya exploración y explotación serían igualmente dañinas para la biodiversidad marina.
En contra de esas «letras pequeñas», la Alianza Mar Blava ha propuesto enmiendas al Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética. También demanda al Gobierno la suspensión cautelar de la presentación de nuevas solicitudes de investigación, exploración y explotación de hidrocarburos y otras sustancias minerales, mientras se tramite la Ley.
Las tecnologías digitales, aliadas a favor de la biodiversidad
En el manejo de la crisis ambiental, el uso de las nuevas tecnologías ha tenido un papel fundamental, que ha cobrado mayor relevancia con la pandemia. Ha sido un factor clave para mantener las normas de distanciamiento social y de confinamiento. Fue el tema central en la mesa de debate en la que participaron Inés Leal, directora Editorial y de Desarrollo del Grupo Tecma Red; Theresa Zabell, presidenta de la Fundación Ecomar; Daniel Maniega, jefe de Medioambiente y Cambio Climático de Telefónica, y Elena Fernández, subdirectora de Relaciones Internacionales y Sostenibilidad de Correos. Germán Granda, director general de Forética, actuó como moderador.
Los ponentes destacaron que el avance hacia la tecnología digital puede ayudar a abrir posibilidades a una economía mucho más sostenible. Con tal fin es fundamental trabajar en equipo. La tecnología al facilitar el trabajo remoto contribuye a descongestionar las ciudades y a reducir la huella de carbono producto de la movilidad
Manejo de desechos sólidos
Un aspecto fundamental para combatir la crisis ambiental es el manejo de los desechos sólidos. En el mundo se generan más de 2.100 millones de toneladas cada año. Sin embargo, solo un 16% de esa basura es reciclada, reutilizada. En este sentido, las responsabilidad individual y colectiva es fundamental.
Juan Antonio López, director de Energía y Medio Ambiente de Damm y Vicente Galván, director general de Economía Circular de la Comunidad Madrid, abordaron el problema con sinceridad.
López hizo un llamamiento a la responsabilidad individual para frenar la emergencia ecológica. Como ejemplo, destacó algunos proyectos en los cuales trabaja la empresa cervecera que representa. Uno de ellos es la producción de packs libres de anillas de plástico. El nuevo formato de agrupación de latas es un embalaje de cartón 100% biodegradable. Esta iniciativa forma parte del programa Sostenibilidad 360º de la compañía.
Galván, por su parte, subrayó la importancia de mostrar casos de éxito. Pasar de las palabras a los hechos es fundamental para motivar a quienes deseen «participar en esta colaboración». En su ponencia explicó la relevancia de la economía circular, cuyo éxito depende de establecer metas realizables. No se debe ser demasiado ambicioso. Se requiere cambiar el modelo normativo y, sobre todo, cambiar nuestra manera de pensar. Finalmente, apuesta por una transición hacia nuevas soluciones industriales. Aconseja no olvidar las máquinas.
La salud de las personas empieza por el ambiente
Un tema de especial preocupación es el efecto que la crisis ambiental tiene para la salud de los seres humanos. Carmen Basolas, directora de Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de Chiesi España, destacó que uno de los mayores retos que tenemos por delante es el impacto que la calidad del aire tiene en las enfermedades respiratorias.
Una de ellas es la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (conocida como epoc), la cuarta causa de muerte en España. En ese sentido, es necesario crear conciencia en que para cuidar a estos pacientes es necesario cuidar también del medio ambiente.
Marta Pahissa, responsable de la Unidad de Transformación Ambiental de DKV, señaló que el problema real que enfrentamos es el cambio climático. La COVID-19 solo es una consecuencia. De hecho, la pandemia es en realidad una crisis ambiental más, que «nos ha hecho abrir los ojos porque nos afecta en lo inmediato».
Subrayó que la salud planetaria forma parte de la salud humana. Si bien hay índices de mejoras en la salud de la población, esos avances se han hecho a costa de la salud de las generaciones futuras.
Un marco jurídico acorde
La transición ambiental requiere una marco jurídico que permita avanzar hacia una economía sostenible. El tema fue debatido por Ana Barreira, directora del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente; Ángel Cano, director de Comunicación de The Climate Reality Project, y Javier Cremades, director de Cremades & Calvo Sotelo. Como moderador actuó Carlos García León, socio director de Legal Reputation.
Cano subrayó que el planeta es finito y por tanto las ambiciones humanas no puede ser infinitas. Destacó Le preocupa que las leyes medioambientales sean muy laxas, lo que nos aleja de los objetivos climáticos.
Barreira, en cambio, sostiene que las leyes son suficientemente severas, pero no serán útiles si no se cumplen adecuadamente. Hay que dotar de recursos a quienes se encargan de hacer cumplir las normas.
Finalmente, Cremades puntualizó que el marco jurídico medioambiental debe permitir una vía para una transición que no ahogue la economía. Cerró citando el artículo 45 de la Constitución: «Todos tienen el derecho al disfrute de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo».
Los avances del nuevo pacto verde
El Green Deal es el punto de partida para concretar una Ley climática europea y alcanzar las emisiones netas cero en 2050. La iniciativa intenta fijar una serie de regulaciones, planes y cambios en la legislación de la Unión Europea. Trazarán la ruta de la agricultura, el uso del hidrógeno, la renovación de edificios, la energía eólica marina, la contaminación por metano, la inversión sostenible y la economía circular, entre otras.
Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente, anotó que la crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la necesidad del pacto verde, que antes de la pandemia había mostrado su importancia. Reconoció los esfuerzos de Ursula von der Leyen en avanzar en una transición hacia una economía sostenible, aún en medio de las enormes dificultades que supone la crisis sanitaria.
Este plan aspira a que Europa sea el primer continente climáticamente neutro. «Un objetivo al que los recientes acontecimientos no han hecho más que darle la razón. No podemos ni debemos desaprovechar esta oportunidad, puntualizó Morán.
Paloma Martín, consejera de Medioambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad de la Comunidad de Madrid, coincidió en que la pandemia brinda una oportunidad para avanzar hacia una economía sostenible y más respetuosa del medio ambiente. Aseguró que el Pacto Verde Europeo de 2019 supuso un punto de inflexión en la Unión Europea que ha sido reforzado con el mecanismo de resiliencia aprobado recientemente.
Después de la COVID-19
Un punto de interés en el manejo de la crisis ambiental es analizar y planificar lo que se hará después de superar la pandemia. Fue abordado por la mesa integrada por Mar Asunción, responsable de Clima y Energía de WWF; José Donoso, director general de la UNEF, y Álvaro Rodríguez, coordinador general de The Climate Reality Project Europe en España. La moderadora fue María García de la Fuente, presidenta de APIA.
El grupo destacó la urgencia de asumir los cambios necesarios para avanzar hacia una economía más sostenible y responsable con el medio ambiente. No hay que dejar el problema a las próximas generaciones. Para lograr la recuperación económica pospandemia, hay tres pilares fundamentales: el Acuerdo de París, el Pacto Verde Europeo y el PNIEC en España.
Una aventura ambiental
Al final de la jornada, el naturalista, explorador y divulgador Nacho Dean destacó que ecología y economía comparten una misma raíz griega, oikos, que significa hogar. «Hasta que economía y ecología no se den la mano iremos por el camino equivocado», dijo. Calificó como un «absoluto disparate» que el modelo económico actual suponga la destrucción el planeta en el que vivimos.
Describió cómo en 3 años recorrió a pie 4 continentes y 31 países, cubriendo una ruta de 33.000 kilómetros. Esa aventura le permitió documentar el cambio climático. Durante su expedición fue testigo de la enorme cantidad de plásticos que se desborda en los litorales de todo el planeta. Destacó que, en la lucha contra la crisis ambienta,l el mar es el «gran olvidado». Pese a que las aguas cubren las 3/4 partes del planeta, lo llamamos Tierra, no Agua.
Cambiemos, «libertad para Lolita».
Seguidamente, Jorge Neri, editor de Cambio16, presentó el programa Cambiemos. Esta iniciativa comunicacional constituye una herramienta y un sitio de encuentro para el debate de ideas, la promoción de enseñanzas y el crecimiento participativo. La meta es la creación y desarrollo de la nueva humanidad. El mensaje es claro: “Todos juntos podemos y debemos llegar al mismo destino: un mejor o nuevo mundo, más humano, justo y regenerativo”.
También hizo un llamamiento para sumarse a la campaña por lograr la liberación de los animales que están en cautiverio, solo por «diversión». En particular, se refirió al caso de Lolita, una orca que lleva más de 40 años confinada en un pequeño tanque en el Seaquarium de Miami. «No hay nada menos cónsono y más alejado de los operativos de este CISM II que seguir manteniendo animales en cautiverio para nuestro entretenimiento», subrayó.
Una ruta para seguir
Las palabras finales en este II Congreso Internacional de Sostenibilidad del Medio Ambiente estuvieron a cargo de la senadora Cristina Narbona, vicepresidenta Primera del Senado. En su alocución, la parlamentaria agradeció el trabajo de Cambio16 para informar adecuadamente acerca del medioambiente.
«Necesitamos mucha y buena información en cuanto al cambio de paradigma. La transición ecológica tiene que ser justa. Además, tiene que entenderse la relación existente entre salud y ecología», afirmó.
Señaló que lo positivo de la pandemia es que nos da la oportunidad «de ir hacia un modelo productivo más diversificado en el cual la calidad importe mucho más que la cantidad».
En cuanto a la importancia de atacar la crisis ambiental, subrayó: «Noestamos hablando de una cuestión secundaria, puntual o sectorial, estamos hablando -ni más ni menos- que de cambio de paradigma, de una mirada diferente».
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