Por Cambio16
19/01/2017
Cuando tenía 80 años, Yvonne Dowlen sufrió un trágico accidente de tráfico y los médicos le dijeron que por sus lesiones tenía que colgar los patines para siempre, pero ella no se dio por vencida y en cuanto se recuperó, volvió a calzarse sus amados patines.
Durante más de 70 años, Yvonne practicó patinaje, dio clases y participó en muchos campeonatos y exhibiciones. Pero desgraciadamente su luz se apagó y murió a los 90 años practicando lo que más amaba en el mundo, el patinaje sobre hielo. Un claro ejemplo de que nunca se es demasiado viejo para disfrutar de cosas maravillosas.
https://youtu.be/wwhX2t30za8