El Pacto Mundial de la ONU España propone a las empresas centrar sus esfuerzos en igualdad de género, acción climática, resiliencia del agua, salario digno y finanzas sostenibles
Cristina Sánchez I directora ejecutiva del Pacto Mundial de la ONU España
Desde el Pacto Mundial vemos con satisfacción que la sostenibilidad y los criterios ESG nos ocupan desde un punto de vista cada vez más profesional desde hace ya más de veinte años.
Este término, ESG, se hizo oficial en 2004 después de su primera aparición en un informe titulado Who Cares Wins. Un informe elaborado por UN Global Compact, la iniciativa a la que represento, encargado por las Naciones Unidas, para ilustrar, ya en ese momento, cómo integrar en las operaciones de una empresa los criterios ambiental, social y de buen gobierno.
A raíz de este documento, en el que participaron otras 23 organizaciones, muchas de ellas del ámbito bancario, se puso el término ESG en la conversación al más alto nivel empresarial e inversor.
Pero desde hace 20 años, cuando Global Compact a nivel mundial fue pionero en formalizar el término, han ocurrido muchos avances e hitos.
Visión global de la sostenibilidad
Voy a dedicar mi intervención a aportar una visión actual e internacional del presente. Son puntos que me parecen claves y que derivan de la aprobación reciente por parte de Naciones Unidas de su visión global de la sostenibilidad, la cual queda contemplada en el Pacto para el Futuro. Estos son cuatro hitos de nuestra hoja de ruta a la que llamamos encarecidamente al sector privado que se sume y a todos los organismos que quieran trabajar con él.
En primer lugar, tenemos que apoyar decididamente la Agenda 2030. De ella habláis entre los objetivos de este congreso. Porque los ODS siguen siendo un motor del crecimiento y la innovación empresarial, y su argumento comercial no para de fortalecerse. Tres cuartas partes de las 250 empresas con mayores ingresos del mundo utilizan los ODS para alinear sus estrategias de sostenibilidad. Y en España, un 30% de las empresas tienen ya una estrategia en sostenibilidad alineada con los ODS.
Único camino: la Agenda 2030
No vamos a engañarnos. De momento solo el 17% de las metas de los ODS está en camino de su cumplimiento. Sin embargo, la Agenda 2030 sigue siendo el único camino para mejorar la situación de todos: de personas, de empresas, de Estados.
Actualmente, 9 de cada 10 empresas españolas afirman estar implementando acciones que impactan favorablemente en uno o más ODS. Y más de un tercio afirman haber incorporado los ODS en las diferentes áreas y departamentos. El papel de las empresas siempre fue fundamental para alcanzar la Agenda 2030. Pero ahora está siendo más reconocido que nunca. Y es imprescindible para la consecución de muchos ODS.
Y al revés ocurre lo mismo. Las empresas prosperan en entornos operativos estables y pacíficos. Por lo tanto, hacer realidad la Agenda 2030 es positivo para todos los negocios, independientemente de su tamaño o sector.
En segundo lugar, tenemos que colaborar con las políticas públicas que faciliten la transición sostenible. Necesitamos una nueva ola de alianzas público-privadas. El sector privado aporta cada vez más conocimientos especializados para explorar soluciones sostenibles. Las empresas comprometidas están listas para ampliar sus acciones en materia de desarrollo sostenible, pero necesitan que los gobiernos aporten los mecanismos pertinentes y las políticas facilitadoras, incluso para reducir el riesgo de las inversiones y favorecer la planificación a largo plazo…
En tercer lugar, se necesita modificar la arquitectura financiera a todos los niveles. Tenemos que conseguir movilizar la financiación pública, pero también el capital privado hacia el logro de los ODS. Hay que destacar el potencial transformador del capital privado en la financiación sostenible. Con 200 billones de dólares en activos financieros privados en todo el mundo, el potencial para impulsar el desarrollo sostenible es inmenso. Ahora hay que crear mecanismos innovadores que desbloqueen la inversión privada.
Y, por último, pero algo muy importante, combatir la desconfianza hacia los ODS, hacia los criterios ESG y hacia el greenwashing.
Impacto en cinco temáticas
Hay que retomar la confianza para impulsar un clima de acción. Y una parte del secreto está en lo colectivo. Nuestra propuesta para esto es doble. Una, es la iniciativa Forward Faster, que se basa en el impacto colectivo de las empresas en cinco temáticas clave. Y la otra, nuestro nuevo sistema de Reporting. Mejorado, alineado con los marcos globales de rendición de cuentas y la nueva directiva europea de información en sostenibilidad. Porque, como ya se sabe, el cumplimiento normativo está marcando la toma de muchas decisiones de las empresas en materia de sostenibilidad.
Y con una reflexión al hilo de esta cuestión cierro mi intervención. De las muchas cuestiones que están evolucionando rápidamente, está el desarrollo normativo. Por ejemplo, la semana pasada se aprobó el proyecto de ley de información empresarial sobre sostenibilidad. Avances como estos obligan a las empresas que no estaban preparadas a dedicar más recursos y de manera más urgente en la sostenibilidad.
Sin embargo, no solo necesitamos empresas cumplidoras. Organizaciones que mejoran a base de cumplimiento. Necesitamos empresas proactivas capaces de liderar cambios y encabezar una manera diferente de hacer negocios. Más activismo que compliance.