Por Andrés Tovar
06/12/2016
Una de las cosas más sobradamente advertidas desde que Donald Trump ganó la presidencia de EEUU es su posición poco positiva (por no decir más de lo que se ha dicho) hacia la política de conservación climática. Ciertamente está rodeado de asesores que quieren llevar hasta el tope el desarrollo de los combustibles fósiles y desmeritan el calentamiento global. Myron Ebell, uno de los negadores del cambio climático más prominentes de Washington, es el designado por Trump para hacer la transición en la EPA, ésto tras comprometerse a retirar a EEUU del acuerdo sobre el clima de Paris – el esfuerzo global más importante hasta la fecha para hacer frente a las crecientes temperaturas-. Y el propio Trump ha dicho que el calentamiento global es un «engaño».
Pero este lunes, Donald Trump y su hija Ivanka se reunieron con el ex vicepresidente estadounidense y activista ecológico Al Gore para «discutir cuestiones climáticas». Esto, después de un preámbulo como el que arriba describimos, sugiere -en un primer acercamiento al análisis- que Ivanka puede tener un interesante nivel de influencia en las decisiones de su padre (Según los informes, ella organizó la reunión).
«Fue una sesión larga y muy productiva», dijo Gore después de reunirse con Trump. «Fue una sincera búsqueda de puntos comúnes en distintas áreas (…) Me pareció una conversación muy interesante y debe continuarse».
Y mientras esto sucedía, Ivanka se reunía nada menos que con Leonardo DiCaprio, quien recientemente ha reimpulsado su activismo con «Before the flood», su documental sobre el cambio climático. Se conoció que, tras el encuentro, el actor le regaló una copia a la hija del magnate, quien a su vez se comprometió con el actor a estar activa en el tema climático. Ambos encuentros en un giro inesperado y no menos interesante.
Las preguntas
Tras la reunión, no han faltado los críticos que señalan que ambas reuniones son un truco publicitario que tendrá un impacto cero sobre las políticas energéticas y climáticas reales de la administración Trump. (Y aún menos impacto sobre los republicanos en el Congreso, que son devotos de negar cualquier esfuerzo para combatir el calentamiento global) Pero bueno, las sorpresas siempre son posibles. Tal vez Trump está abierto a cambiar de opinión acerca de esto. De hecho, en su encuentro con el The New York Times tras ganar la presidencia, dijo tener «mente abierta» sobre el tema.
Así, en un espíritu de investigación, aquí hay algunas preguntas acerca de esta trascendente reunión:
1) ¿Los puntos de vista de Al Gore sobre el cambio climático tendrán más peso con Trump que las de sus asesores de energía? Después de todo, si usted está en busca de pistas sobre el futuro de la política climática de Trump, parece mucho más significativo que el principal asesor de energía de Trump es el republicano Kevin Cramer, que piensa que las preocupaciones sobre el calentamiento global son «muy exageradas» (Cramer por cierto, se reunió con Trump poco después de la reunión con Gore) O que el equipo de transición de Trump está lleno de congresistas afectos a eliminar todos los subsidios a la energía limpia .
2) ¿Saldrá algún compromiso tangible tras la reunión de Trump con Gore? ¿Trump va a contratar a diferentes asesores? Si no es así, es difícil conseguir extraer algo del encuentro. El equipo de transición de la EPA de Trump todavía está siendo dirigido por Myron Ebell que, como dijimos arriba, piensa que el calentamiento global es «nada de qué preocuparse.»
3) ¿Podría Trump considerar la modificación de cualquiera de sus políticas a favor de los combustibles fósiles? Recordemos que Trump ha prometido la apertura de enormes nuevas extensiones en Estados Unidos para la extracción de petróleo, desmantelar las políticas climáticas de Obama, hacer que sea más fácil la activación de las centrales de carbón, y retirarse del acuerdo sobre el clima de París. Las políticas energéticas generan más ingresos -por lo menos en lo tangible- que lo que Ivanka quiera hacer por el clima.
4) ¿Hay alguna posibilidad de Trump o Ivanka puedan convencer a los republicanos en el Congreso para modificar sus puntos de vista sobre el clima y la política ambiental? El GOP del Congreso no ha escatimado en críticas que buscan desmantelar prácticamente todo lo que el presidente Barack Obama ha hecho en estos últimos ocho años el cambio climático y la energía limpia. Su único obstáculo real es el obstruccionismo del Senado. Una vez más, eso es un trato mucho más grande que el que se pueda generar en cualquier reunión en la Torre Trump.
5) ¿Tiene Ivanka en realidad un verdadero interés en el cambio climático? No tiene antecedentes de hacer (o decir) nada sobre el tema. En entrevistas recientes, se ha manifestado a decir que «quiere hacer un papel mucho mayor» que cualquiera de las primeras damas de EEUU. Hay una lectura de caridad también, pero necesitará más pruebas de lo que hemos visto hasta la fecha.
6) Tras lo anterior ¿No debe Ivanka quedar lo más lejos posible del tema político? El propio Trump ha dicho que le gustaría evitar conflictos de interés de negocio girando la organización del país en torno a sus hijos. Pero si Ivanka quien es la cerebro del funcionamiento de sus empresas, está en política, ¿no es eso un enorme conflicto de intereses?
7) Al final ¿Qué pasó realmente en la reunión? ¿Será que Gore les habrá mostrarles una diapositiva de PowerPoint con todas las propiedades de Trump que pronto serán inundados por la subida del nivel del mar? ¿O le sugirió a Ivanka que hay pasta invirtiendo en tecnología verde, al igual que hizo Gore ? Hay que admitirlo, hay curiosidad.