Un estudio revela que 7 de cada 10 españoles han consumido en el último año, de manera frecuente, suplementos alimenticios. Muchos sin eficacia ni seguridad demostrada e incluso, con riesgos para la salud. En ese sentido, un grupo de expertos pide a las autoridades crear un marco legal que regule la prescripción y compra de estos productos.
La investigación realizada por la Academia Española de Nutrición y la Fundación MAPFRE alerta la falta de evidencia científica sobre la seguridad y efectividad de muchos de estos productos. Consumidos principalmente con la prescripción de un sanitario o por decisión propia de la persona o por grupos.
La exploración incluyó una consulta a 2.630 personas en el país. De los datos recabados se extrae que el 63,4% de los encuestados consume algún tipo de complemento nutricional. Entre ellos vitaminas C y D principalmente, magnesio, hierro, calcio y zinc. Este porcentaje sitúa a España entre los países que más complementos alimenticios consume junto a Dinamarca y Estados Unidos.
Cerca de 4 de cada 10 (39,4%), sobre todo mujeres entre los 26 y 35 años, con estudios universitarios y realizan actividad física, consumen vitaminas y complejos. Especialmente de vitamina D y C, que prescriben, por lo general, profesionales sanitarios diferentes a los dietistas-nutricionistas.
Además, un 29% respondió que tomaba productos de extractos a base de plantas como polen, jalea real y propóleo. Un 20%, productos para deportistas, como batidos y sueros de proteínas, barritas energéticas y cafeína, sobre todo. Un 15%, productos para perder peso (preparados para sustituir alguna comida). Y un 30%, productos de uso médico con el fin de tratar una enfermedad o los efectos de su tratamiento.
El multivitamínico lo consume el 18% de la población en forma mensual, semanal o diariamente.
Españoles y el consumo de suplementos alimenticios
El estudio demuestra el alto consumo de los españoles de estos suplementos alimenticios. Señala que la mayoría utiliza estos productos con el principal objetivo de mejorar su estado general de salud (70,9%). También para tener más energía (35%), mejorar el funcionamiento de los huesos y los músculos (34%). Así como para tratar enfermedades como la osteoporosis y molestias gastrointestinales (28%) y reducir peso, entre otros.
Una gran parte los usa, además, sin una justificación de salud suficiente, sin resultados beneficiosos en muchas ocasiones y hasta con riesgo para la salud en algunos casos, dice el documento. Esto se debe a que actualmente, los estudios que analizan la seguridad de utilizar este tipo de complementos son escasos. Además, la mayoría aportan poca o ninguna información que demuestre, de forma clara, que tienen propiedades saludables y que son eficaces y seguros.
El informe presentado Fundación MAPFRE y la Academia Española de Nutrición ha permitido conocer el impacto positivo y negativo de estas sustancias. En base a la evidencia científica de numerosos informes nacionales e internacionales y a la consulta de la población.
Este mercado de consumo se estima en 12.000 millones de euros, prevé un alto crecimiento en los próximos años. Debido al auge del deporte, a la llamada ‘nutrición personalizada’, y al envejecimiento de la población, especialmente entre los millennials, mujeres y mayores de 60 años.
Consumo y resultados esperados
El estudio sobre el consumo de suplementos alimenticios en los españoles, advierte que la mitad de los encuestados considera que ha obtenido los resultados esperados, aunque de un modo leve o transitorio.
Los complementos y los productos a base de plantas son los que, por lo general, los consultados perciben como más seguros (60%). Un porcentaje que disminuye cuando se trata de productos para deportistas (53%) y productos para reducir peso (45%), entre otros.
El efecto adverso que con más frecuencia perciben tras su consumo es de tipo gastrointestinal, seguido de la taquicardia, aunque en su mayoría ese efecto es leve o transitorio.
El informe destaca, además, que la mayoría de los españoles consumiría algún tipo de suplemento de tipo nutricional porque los consideran seguros. Y porque creen que con ello pueden mejorar su salud general.
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