Por Cambio16
19/02/2017
Las estadísticas de la violencia de género son alarmantes, y cada vez se fortalece más la lucha para revertir esta realidad a través de las denuncias. Es importante alzar nuestra voz para defender los derechos humanos, la tolerancia y el respeto.
Pero no todas las personas se unen por esa causa, tal como Berenguer Jordi Moya Hernández, de 21 años quien escribió en su perfil de Twitter, donde tiene 2000 seguidores, un contundente mensaje: “53 asesinadas por violencia de género machista en lo que va de año, pocas me parecen con la de putas que hay sueltas”.
Además, escribió: “Este año finalizará con 56 asesinadas, no es una buena marca pero se hizo lo que se pudo, a ver si en 2016 doblamos esa cifra, gracias”. También expresaba frases en las que apoyaba el terrorismo yihadista, hasta manifestó su deseo de que se produjera un atentado en la Puerta del Sol.
Los ciudadanos enviaron correos electrónicos a la Policía para denunciar sus mensajes, incluso algunos presentaron denunciar personalmente en comisarías de España. La cuenta de Twitter finalmente fue cerrada, pero utilizó una segunda cuenta para continuar publicando mensajes con contenido similar.
Publicó una foto de una mujer maltratada acompañada de este mensaje: “Ya te he maltratado, tu eres la siguiente”.
Esto hasta que fue celebrado un juicio en su contra a inicios de este mes de febrero, donde alegó que no quería incitar a la violencia sino “sensibilizar” acerca de este problema que consideraba muy grave. También, dijo que sus mensajes tenían humor negro y que al principio trató de hacer un experimento sociológico que se le fue de las manos.
Ante sus declaraciones, el tribunal se quedó perplejo, porque sus palabras estaban muy lejos de transmitir preocupación por la violencia de género ni por el terrorismo. El tuitero fue condenado a dos años de cárcel, por fomentar la violencia machista y enaltecer el terrorismo, reseñó El País.
La juez Teresa Palacios aseguró que el texto del acusado denota justamente lo contrario a la sensibilidad general, que revela todo menos preocupación.
Asimismo, el tribunal consideró que sus comentarios no están contemplados en el derecho a la libertad de expresión porque no ampara “la prohibida alabanza de actividades terroristas”. Por esto la sentencia aclara que el acusado incurrió en un delito.
Todo comenzó gracias a las denuncias de los ciudadanos a la unidad policial que se encarga de controlar, seguir y analizar de forma preventiva el contenido publicado en las redes sociales.