En medio del repique de campanas de la Catedral de Santa Cruz, llegó la marcha de más de 500 indígenas bolivianos de tierras bajas. Luego de 37 días de travesía por unos 600 kilómetros en el este de Bolivia, en defensa de sus territorios ancestrales, amenazados por colonos.
Hombres y mueres emprendieron la caminata el 25 de agosto en la ciudad amazónica de Trinidad, capital del departamento del Beni, con unos 150 marchistas. Y llegó a la ciudad de Santa Cruz, con más de medio millar. En cada pueblo recibieron posada y alimento y la adhesión a su causa.
Ondeando banderas de sus pueblos y etnias, los indígenas fueron agolpándose en los alrededores de la plaza central de Santa Cruz. La concentración fue recibida por los lugareños con aplausos. Ahí estaban también el gobernador Fernando Camacho y el alcalde de Santa Cruz de la Sierra, Jhonny Fernández, pero sin hablarse
“Esta marcha quiere decir ‘no más invasiones”, dijo Marcial Fabricano, líder de la maratónica marcha. Su trayectoria lo remonta a 1990 cuando inició este tipo de manifestaciones a favor de los pueblos originarios. Su voz se deja oír de manera permanente ante atropellos a los indígenas en Bolivia, que representa el 62,2% de la población.
Además del cansancio y la fatiga de casi 40 días de camino, los líderes indígenas portaban densos documentos que recogen, al menos, 15 demandas que exigirán al alto gobierno. Desde su presidente, Luis Arce Catacora, hasta representantes de los poderes Legislativo y Judicial.
Entre las principales demandas destaca la anulación de todas las normas legales que permiten asentamientos de nuevos colonos. Un decreto para asignar un porcentaje de dividendos por la explotación petrolera y de gas. Y la anulación de todos los proyectos hidroeléctricos en sus tierras.
Indígenas bolivianos en defensa de sus territorios
Después de la hazaña de recorrer tan larga distancia, los indígenas bolivianos no quieren ser ignorados. Piden una mesa de diálogo con Arce, exministro de Economía de Evo Morales, y el vicepresidente David Choquehuanca, entre otras figuras.
Fabricano, vocero del Parlamento Indígena, informó que ya enviaron carta al Presidente solicitando formalmente un encuentro. Señaló que aún no han recibido respuestas de las autoridades nacionales, por lo que quedarán esperando que fijen una fecha para iniciar la reunión.
Las peticiones giran alrededor de la defensa de los territorios indígenas, los recursos renovables y no renovables y el respeto a su identidad cultural.
Uno de los problemas radica en el avasallamiento y creación de nuevos asentamientos ilegales en territorio indígena por parte de los llamados «interculturales», que son grupos de indígenas andinos aimaras o quechuas que conforman asociaciones afines al Gobierno, según manifestaron.
Algunos dirigentes han expresado que esa situación causa una tensión cultural que afecta a las tradiciones de los pueblos de tierras bajas. A la vez del riesgo de que su cultura forme parte de una subclasificación de las culturas mayoritarias andinas.
En otro orden, reclaman al gobierno “derogar todas las normativas y/o resoluciones que permiten avasallamientos en todos los territorios indígenas ancestrales”. También solicitan una nueva redistribución de tierras en la que exigen ser incluidos.
Asimismo exigen, en sus demandas, paralizar toda actividad extractiva en los territorios indígenas, en especial en el polígono 7 del Tipnis. Así como el cese de encubrimiento entre el INRA y empresas privadas a las Función Económica y Social (FES).
Respecto al tráfico de tierra también plantean con carácter urgente que se desarrolle una investigación profunda e identificación a todos los traficantes de tierras. Los mismos que deben ser sometidos a la justicia indígena y a la justicia ordinaria en el caso que lo amerite.
Estado plurinacional, faltan logros
La marcha de los indígenas bolivianos, de las tierras bajas, pide también contar con una nueva ley agraria. Con la dotación, rectificación y titulación de tierras ancestrales identificadas como tierras fiscales, a las naciones y pueblos indígenas dentro de sus territorios.
En su amplio documento, estos indígenas exhortan al Gobierno a restituir el Ministerio de Autonomía indígena, conforme a la CPE y Ley Marco de Autonomía. Así como la dotación de medicinas en centros de salud de esas poblaciones. Y la creación de una universidad, entre otros.
Bolivia es desde 2009 un Estado plurinacional. Desde entonces ha habido avances en cuanto al reconocimiento de los pueblos indígenas en la Constitución. Sin embargo, sus representantes consideran que falta mucho por lograr en la distribución de roles y beneficios en el país.