POR ANDRÉS TOVAR
3/7/2017
Pese a que su creación oficial fue en 1999, no fue sino hasta 2007 que el G-20, o el Grupo de los Veinte -el cónclave que reúne a los líderes mundiales de 19 de los países más poderosos del planeta y la Unión Europea, así como a líderes del Banco Mundial y Naciones Unidas- comenzaron a reunirse formalmente en el marco de la crisis financiera mundial. Estos datos revisten a la nueva edición del cónclave, a celebrarse esta semana en Hamburgo -los días 7 y 8 del corriente- de un carácter especial. No sólo la reunión cumple la década de reuniones, sino que vuelve enfrentarse a una crisis, o varias: el cóctel enmarcado en el cambio climático, el terrorismo y las amenazas al orden del comercio mundial.
El año pasado, el grupo se reunió en China por primera vez, con Xi Jinping como anfitrión. La reunión se celebró en Hangzhou en septiembre en torno a un tema con título de proporciones épicas: «Hacia una innovadora, vigorizada, interconectada e inclusiva economía mundial» De esa reunión surgieron cinco compromisos a desarrollar, los cuales bien valdría la pensa revisar su estatus a la luz de los acontecimientos de los últimos meses y los «nuevos compromisos» por venir: la agenda de Hamburgo también tiene como objetivos tratar temas como la potenciación de la mujer en el escenario económico, el estado de la educación y la salud en el mundo y la crisis migratoria.
Éstos son los cinco mayores compromisos de la reunión del G-20 del año pasado y los avances -o puntos muertos- de cada uno:
1. Combatir el cambio climático
EEUU y China son dos de los productores de gas de efecto invernadero más grandes del mundo. Por eso, cuando estuvieron de acuerdo en China en poner cada uno de su parte para combatir el cambio climático, crearon un positivo efecto dominó que incentivó a que los otros miembros del G-20 se comprometieran igual, según Roger Harrabin, analista ambiental para la BBC. Sin embargo, desde entonces, el liderazgo en los EEUU cambió y Donald Trump decidió retirarse del acuerdo global de cambio climático en mayo de este año. Este problema será un área importante e interesante, dadas las posturas de los jefes de estado de Canadá, Alemania y Francia, que se han pronunciado en contra de la decisión de Trump de retirarse del acuerdo.
Con China la cosa fue distinta. No sólo selló con la Unión Europea un compromiso de defender el Acuerdo de París, sino que además ha hecho pública su intensión de convertirse en uno de sus principales promotores, dada -dicho por ellos mismos- su «responsabilidad como gran nación dearrollada» (y, por supuesto, los beneficios económicos que potencialmente le puede proporcionar).
En todo caso, el debate también será de temperaturas elevadas, a juzgar por lo que la canciller alemana, Angela Merkel, ha dicho. “No podemos esperar que discusiones fáciles sobre el cambio climático en la cumbre del G-20 (…) nuestras diferencias con los EEUU son claras».
2. Apoyo a los refugiados
Otro de los resultados de la Cumbre del G-20 2016 incluyó la discusión global sobre el apoyo a los refugiados. Los líderes coincidieron en que «la carga de la crisis de los refugiados» debe ser una responsabilidad global. También estuvieron de acuerdo en que la asistencia humanitaria debía ser fortalecida.
Lo que ha pasado desde entonces, ya lo sabemos: EEUU impulsó su veto migratorio en una larga batalla que hasta la semana pasada tuvo una victoria parcial concedida por el Supremo estadounidense. Y a pesar de Arabia Saudita emitió 100.000 permisos para los refugiados sirios, el país no ha admitido a nadie desde 2016. Sin embargo, el G-20 dijo que el apoyo de los refugiados será un tema central en Hamburgo este año. «El G-20 seguirá abordando el tema del desplazamiento forzado en 2017 con el fin de desarrollar acciones concretas. También examinará el estatus de los compromisos -de los países- con la migración» dijeron en un comunicado.
3. Controlar la evasión de impuestos
El año pasado, el G-20 pidió a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) la creación de la «lista negra» de los países que «ayudan o permiten» a las empresas o particulares evadir impuestos. La OCDE aún no ha entregado esa lista, pero el 7 de junio, 68 países hicieron firmar un acuerdo que tiene como objetivo contrarrestar la evasión de impuestos corporativos y fraude.
El llamado «Súper tratado fiscal», firmado en junio de este año, se produjo después del caso de los Panamá Papers, y tiene como objetivo cambiar con rapidez un máximo de 1.200 convenios bilaterales para que sean más eficaces en la lucha contra la evasión de impuestos corporativos, reseña Bloomberg.
EEUU no firmó el tratado, pero jugó un papel decisivo en la consolidación del mismo.
4. Promover la globalidad del combate al populismo
Los líderes del G-20 se comprometieron a luchar contra los «ataques populistas» otorgándole peso a la promoción de los beneficios del comercio mundial en sus discursos, de acuerdo con Le Monde.
La unidad global del G-20, sin embargo, fue desafiada este último año: EEUU eligió a un líder con una agenda mucho más nacionalista y el Reino Unido votó por retirarse de la Unión Europea. En esta última, la vanguardia de la defensa del europeísmo y del comercio global descansa hoy en el recién electo Emmanuel Macron, que ya ha demostrado su apoyo a los objetivos de la globalización desde el mismo momento de su elección.
5. Promover el comercio mundial
Por último, el G20 se comprometió a favorecer el comercio y las inversiones globales y oponerse al proteccionismo, restringiendo o limitando el comercio entre estados. «Estamos ampliando nuestro compromiso de mantener el status quo y el desmantelamiento de las medidas proteccionistas hasta finales de 2018″ dijo su último comunicado. Los países también acordaron apoyar el estímulo fiscal y la innovación para impulsar el crecimiento económico.
El G-20 tiene como objetivo “garantizar oportunidades de base amplia a través de un apoyo público para el crecimiento ampliado en una economía globalizada”, mediante la inversión en la ciencia, la tecnología y los campos de innovación, de acuerdo con el comunicado. Establecieron un grupo de trabajo del G-20 para trabajar con la OCDE para lograr avances en este objetivo general.
Este año, sin embargo, las resoluciones sobre el comercio mundial, la innovación y el estímulo fiscal serán para un nuevo debate con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la premier del Reino Unido, Theresa May, incorporados a las discusiones.