Entre las innumerables vicisitudes en el quehacer diario de los venezolanos, como la hiperinflación, la dolarización de la economía y las irregularidad de los servicios básicos , se unen la carencia de gasolina y gas butano. Las opciones de transporte para adquirir los alimentos y para procesarlos cada vez son menos en un país petrolero. Una paradoja que lleva a unas 4 millones de familias en Venezuela a cocinar con leña.
Esta abismal involución no queda circunscrita a la provincia, y castigada por los constantes apagones y la carestía de agua. Además de las limitaciones agravadas por la pandemia. Ahora es común observar a personas improvisar cocinas de leña en los patios de sus casas o en corredores comunes de las comunidades.
Parecen cuentos de camino, pero en las zonas urbanas del país, se enfilan grupos para la búsqueda de leña en matorrales o sitios boscosos. Incluso, se han activado vendedores ambulantes para suplir estos insumos de antaño, que resultan vergonzosos para muchos y una calamidad para el medioambiente.
Antero Alvarado, director regional de la firma Gas Energy Latin América, se refirió a esta grave situación. “Hay al menos cuatro millones de familias que usan leña para cocinar alguna comida. El problema del gas en Venezuela se sigue complicando. No hay importaciones y levantar producción local requiere inversiones», publicó en su cuenta de Twitter.
Asimismo, refirió que para recuperar ese segmento, que requiere regulación y desembolsos de recursos. «Serán los actores privados los que harán esas grandes inversiones de más de 300 millones de dólares. También hay que tomar en cuenta los precios que remuneren la molécula de gas al productor», agregó.
Por su parte, Pedro Avendaño, habitante de San Antonio de los Altos, una localidad satélite de Caracas, se quejó de esa nueva realidad. “Aquí no se consigue gas, el gas viene cada dos o tres meses. Mientras tanto, tenemos que cortar madera para cocinar”, dijo.
Marvenis Lozada, vecina de Los Valles del Tuy, en las afueras de la capital, declaró que está cansada de esa situación. “En mi vida había visto una situación tan caótica como esta. Ni siquiera cuando era niña que había estas limitaciones. Esto es impensable”.
Con leña cocinan en Venezuela
En casi un siglo de expansiva explotación petrolera, los venezolanos observan el colapso indetenible de la principal industria del país. En los últimos años sus niveles de producción han retrocedido a los de 1945, arrastrando sus derivados, gasolina y gas.
Hugo Chávez y su sucesor Nicolás Maduro exacerbaron la condición ventajosa de Venezuela como país potencia en energía. Con las mayores reservas de probadas de petróleo del planeta, Venezuela sucumbió a rendimientos insospechados, durante ambos mandatos por la improvisación, la corrupción y la disrupción de la institucionalidad administrativa.
El director ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela.(Futpv), Eudis Girot indicó que la “tragedia del gas es peor que el caos de la gasolina. No hay gas doméstico. El consumo nacional es de 52,000 bls/día y se producen 9.000 bls y de mala calidad”. Además, el Criogénico de Jose es la única planta operativa y funciona al 13% de capacidad”.
Esta situación de desesperación se caldeó aun más en las redes sociales, cuando un alto oficial de la Fuerza Armada venezolana, propuso un plan de recogida de leña para cocinar. Otro reflejo de la incapacidad del Gobierno y su empresa Pdvsa de cubrir la demanda de cilindros de gas.
El mayor general Oviedo Delgado Ramírez ofreció poner los soldados bajo su mando a cortar árboles y distribuirlos entre los habitantes. El militar es la máxima autoridad en los estados andinos de Mérida, Táchira y Trujillo, en el occidente del país. Su planteamiento llenó de críticas la red de Twitter, ante el drama que se vive en Venezuela al tener que utilizar leña para cocinar.
Descalabro de la industria petrolera
Venezuela cuenta con 197,1 billones de pies cúbicos de gas y ocupa el octavo lugar en la escala mundial de reservas. Décadas atrás, la industria venezolana producía tanto gas que no sabía qué hacer con el excedente. Optaba entonces por quemarlo en vez de procesarlo y exportarlo.
Petróleos de Venezuela está a cargo de vender el gas doméstico internamente. Las empresas que lo procesaban y comercializaban fueron expropiadas por Hugo Chávez. Desde entonces la distribución mermó aparatosamente por la continua desinversión, desprofesionalización y corrupción.
La poca disponibilidad de gas se consigue principalmente en el mercado negro, como los alimentos y medicinas. Una bombona de gas puede ser adquirida por $40, precio prohibitivo en un país donde el salario mínimo mensual asciende a menos de 2 dólares. Entretanto, en Venezuela con el uso de leña se da un paso más hacia la época de las cavernas.
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