Por Cambio16
16/12/2016
Un total de 368 gimnastas de Estados Unidos fueron víctimas de abuso sexual por parte de entrenadores y directivos en los últimos veinte años, señaló este jueves el diario Indianápolis Star.
Según el periódico, que investigó durante nueve meses, un centenar de adultos, entrenadores y propietarios de centros de formación han sido implicados en abusos sexuales.
Las víctimas, en la mitad de los casos, eran niños y, en la gran mayoría, mujeres.
«En más de una docena de casos, las personas que han contactado con la federación se han decepcionado por su accionar o ni siquiera han recibido algún tipo de respuesta», señaló el diario.
La federación estadounidense de la disciplina ha respondido a estas acusaciones en una declaración que indica que «nada era más importante que la protección de los deportistas».
«Hemos puesto en marcha programas de formación y vamos a seguir, para castigar a los culpables de tal comportamiento, mientras que se coopera plenamente con las autoridades», concluyó la federación estadounidense.
Este escándalo se produce tan sólo semanas después del inicio de un procedimiento judicial contra un ex médico de la federación estadounidense acusado de asalto sexual por dos ex miembros del equipo de Estados Unidos.
Cinco errores
Esta atroz noticia pudo haberse evitado de no ser por la negligencia de la Federación de Gimnasia de Estados Unidos (USAG, por sus siglas en inglés), la cual facilitó que este tipo de casos se multiplicara.
En la investigación develada por el Indianápolis Star, que duró nueve meses, se detallan cinco puntos en donde el control de los gimnasios miembros de la federación falló y, de esta manera, se propició este tipo de delitos, que involucran a decenas de entrenadores y dirigentes:
1. La federación no tomó acciones “agresivas” contra los gimnasios donde se denunciaban este tipo de abusos porque son “negocios independientes” y debido a las “restricciones de leyes federales” vinculadas a las organizaciones olímpicas.
2. El conflicto de interés de los dueños de los gimnasios. Cuando la evidencia era clara, varios de ellos despedían a los culpables, pero no iniciaban acciones legales ni advertían a otros empleadores para no manchar la imagen de su negocio. Por este motivo, al día de hoy muchos de estos entrenadores siguen trabajando con niños.
3. La USAG no tiene archivos ni realiza seguimientos de los entrenadores que trabajan en los gimnasios miembros de la federación. Por este motivo, varios de los instructores que eran despedidos de un gimnasio conseguían rápidamente trabajo en otro.
4. La federación defendió su imagen por encima del bienestar de sus atletas. En reiteradas ocasiones permitió a entrenadores señalados como abusadores culminar la temporada y mantener su trabajo, en lugar de despedirlos inmediatamente.
5.Las historias de las víctimas fueron puestas en duda. Luego de hacer la denuncia ante los oficiales de la USAG, algunas atletas no se sintieron contenidas e incluso sospecharon que el objetivo de los dirigentes era mantener en secreto la existencia de abusos en sus gimnasios para proteger la imagen del deporte.