Sobre la salud mental convergen los desafíos propios de abordar, reconocer y gestionar en sí los trastornos o patologías que afectan a las personas. Pero también enfrentar el pesado estigma que se viene arrastrando en la sociedad respecto a esas alteraciones. Según organizaciones especializadas, todos encaramos diferentes niveles de retos de salud mental en algún momento de nuestras vidas.
La salud mental es un tema crítico para la salud pública global. La carga mundial de estas enfermedades es inmensa: se estima que más de mil millones de personas viven con trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias, señala la OMS en 2023.
Estas cifras han ido creciendo en los últimos años debido a los conflictos armados, refugiados e inmigraciones forzadas. Así como el uso de las redes sociales especialmente en niños y jóvenes. Los temores sobre el cambio climático y los desplazamientos comunitarios inesperados.
«La salud mental es un derecho humano básico para todas las personas», afirma Ahmed Al-Mandhari, Director Regional de la OMS. “Esto significa que todos, en todas partes, deberían tener derecho a disfrutar del más alto nivel posible de salud mental. Esto incluye proteger a las personas de los riesgos para la salud mental y garantizar el derecho a una atención disponible, accesible, aceptable y de buena calidad”.
Tener una condición de salud mental nunca debe ser motivo para privar a una persona de sus derechos humanos. Sin embargo, agrega, en el mundo, estas personas siguen sufriendo violaciones, muchos son excluidos de la vida comunitaria, discriminados y estigmatizados.
Desde este 13 y hasta el 19 de mayo se celebra la Semana de Concientización sobre la Salud Mental. Espacio para reflexionar, proponer y actuar. Este año el tema gira en torno a cómo moverse puede ayudar a sentirse bien.
La salud mental en cifras
La salud mental describe el bienestar emocional, psicológico y social de los individuos. Afecta la forma de pensar, sentir, interactuar y percibir la vida.
El 32% de la población vive con problemas de salud mental.Y casi el 23% de los empleados se han acogido a una baja por enfermedad debido a problemas de salud mental en los últimos 12 meses, revela el Informe de Salud Mental 2024 encargado por la compañía de seguros alemana AXA y realizada por la empresa Ipsos.
Se preguntó a 1.000 personas de 16 países de Europa, Asia y América del Norte sobre su salud mental. En comparación con 2023, llama la atención que la situación empeoró en la mayoría de los países este año. En Turquía y España la proporción de personas con enfermedades mentales aumentó un 8%. Y en Francia, Irlanda y Bélgica aumentó un 7%. México, Italia y Japón con 6% de incremento. Tailanda 5%, el Reino Unido 4% y China 1%.
Sólo en Filipinas enfermaron menos personas que el año anterior, con -4%. Mientras Estados Unidos, Alemania y Suiza se mantuvieron estables.
La salud mental también parece ser una cuestión generacional. Sobre todo, jóvenes de entre 18 y 34 años admitieron que padecían una enfermedad mental. Según el informe, el 43% de todas las personas encuestadas entre 18 y 24 años dijo padecer enfermedades mentales. Las más mencionadas son la depresión, trastornos de ansiedad como las fobias o el trastorno de estrés postraumático que padece el 22%.
Cuanto mayores eran las personas encuestadas, menos frecuentes eran las enfermedades mentales admitidas. Sólo el 14% de las personas entre 65 y 75 años dijo padecer actualmente depresión y trastornos de ansiedad.
Moverse para sentirse bien
En la Semana de Concientización sobre la Salud Mental, diversas organizaciones, instancias gubernamentales sanitarias e instituciones repasan las circunstancias actuales de esta situación.
La Mental Health Foundation -una organización benéfica del Reino Unido cuya misión es «todos merecen una buena salud mental”- lidera las actividades de esta fecha. Afirma que moverse puede ayudar a sentirse bien. Pero, dice, que mantenerse activo no siempre tiene por qué implicar hacer deporte y ejercicio intenso. «Salir a caminar por el barrio, poner tu música favorita y bailar en el salón, ¡todo cuenta!».
¿Cómo ayuda el movimiento al estado de ánimo? El ejercicio libera hormonas llamadas endorfinas que hacen sentir bien a las personas. El ejercicio también las ayuda a mantenerse en forma y saludables, lo que puede tener un impacto positivo en su bienestar, dice
Moverse más puede aumentar la energía, reducir el estrés y la ansiedad y aumentar la autoestima. Aunque moverse más no es la única forma de mejorar la salud mental, también puedes intentar:
- Hablar con alguien de confianza sobre cómo se siente.
- Salir a la naturaleza
- Hacer ejercicios de respiración
- Consciencia
- Dormir lo suficiente
- Comer bien y consumir suficientes frutas y verduras en la dieta.
Harvard también sugiere hacer énfasis en las prácticas de respiración y meditación, las cuales ayudan a calmar y centrar la mente. No sorprende que el yoga aporte beneficios mentales, como la reducción de la ansiedad y la depresión, indica la universidad. Lo que puede resultar más sorprendente es que en realidad hace que el cerebro funcione mejor.
“Cuando levantas pesas, tus músculos se fortalecen y crecen. Cuando haces yoga, tus células cerebrales desarrollan nuevas conexiones y se producen cambios en la estructura y función del cerebro. Resultando en mejores habilidades cognitivas como el aprendizaje y la memoria”, señala.
Entorno peligroso
La salud mental afecta todos los aspectos de la vida, desde cómo te sientes contigo mismo hasta tus relaciones con los demás y tu salud física. Existe un fuerte vínculo entre una buena salud mental y una buena salud física, y viceversa. Por otro lado, la depresión y otros problemas de salud mental pueden contribuir a trastornos digestivos, problemas para dormir, falta de energía, enfermedades cardíacas y otros problemas de salud.
Hay muchas maneras de mantener la mente y el estado de ánimo en óptimas condiciones. El ejercicio, la alimentación saludable y las técnicas de reducción del estrés, como la meditación o la atención plena, pueden mantener su cerebro (y su cuerpo) en óptimas condiciones.
Estos beneficios se pueden palpar en sociedades en paz y para trastornos propios de la modernidad que resultan manejables. Para patologías más difíciles se debe acudir a los expertos y solicitar ayuda cuanto antes.
Muchas veces el entorno altera la salud mental. En el caso de sociedades en conflictos armados, el daño psicológico es enorme. El asedio, la violencia, las bombas, la muerte, el miedo y la separación de los seres queridos, son el escenario perfecto para un deterioro evidente de las condiciones de vida de las personas. Y, por lo tanto, de la salud mental.
Asimismo, en países o regiones abatidas por la crisis climática traducida en fenómenos meteorológicos extremos, las secuelas mentales son impresionantes. En lo emocional, cuando hay aumento de temperatura hay incremento de emociones, específicamente de emociones negativas, ira, enojo e irritabilidad.
En escenarios de inseguridad alimentaria y de abastecimiento del agua y desnutrición, se disparan las sensaciones de miedo, angustia, estrés, ansiedad, depresión e incluso elevando la tasa de suicidios.
Lee también en Cambio16.com: