Investigadores ambientales catalanes hicieron dos anuncios de importancia. La culminación del informe Estat de la Natura a Catalunya 2020, que es la primera evaluación de la biodiversidad basada en la evidencia científica. Y sus resultados, que revelan que el 25% de las especies de animales de Cataluña se han reducido sustancialmente.
El documento de más de cien páginas contó con la colaboración de los más destacados expertos catalanes. Recoge datos de las tendencias mostradas por 321 especies de mamíferos, aves reptiles, anfibios, peces y mariposas en los últimos 18 años.
El texto demuestra que la pérdida de biodiversidad en Cataluña no es igual en los diversos ambientes o hábitats. Es de un 54% para las especies animales que viven en ríos, lagos y humedales. Un 34% para las de ambientes agrícolas y prados y un 12% para las de bosques y matorrales. En el mar, los datos disponibles indican una situación también desfavorable, si bien los datos no son suficientemente completos.
Damià Calvet, conseller de Territorio y Sostenibilidad, se refirió a los términos del extenso informe y sus hallazgos. «Son pérdidas menores que las registradas a escala mundial. Pero está claro que en Catalunya no somos ajenos al empeoramiento de la biodiversidad y que debemos actuar en consecuencia». Dijo que el presupuesto para políticas medioambientales en 2021 se multiplicará por diez respecto al 2016.
En declive especies animales en Cataluña
El informe cuantifica en 33.059 las especies de plantas, peces, aves, mamíferos e insectos presentes en 680 hábitats conocidos en Cataluña. Desvela que tanto las poblaciones de invertebrados como de vertebrados han perdido, en promedio, uno de cada cuatro individuos en 18 años.
Entre las pérdidas más alarmantes están las de la anguila o la mariposa medioluto herrumbrosa, que han reducido sus poblaciones en más de un 90% en el lapso antes citado. La collalba rubia, que ha disminuido un 70% desde principios del siglo XXI, o la lagartija colilarga.
Se destaca que las causas de este deterioro en las especies animales en Cataluña, es la intensificación de la agricultura industrial. Combinada con el abandono del mundo rural tradicional de otros espacios, donde hombre y animales convivían antes en equilibrio. Además están impactadas por el cambio climático y las especies invasores.
“La intensificación agrícola de las zonas más productivas. Así como de algunas pocas zonas forestales y ciertas áreas acuáticas hace que se pierdan hábitats para los animales. Pero a la vez el abandono de otras áreas agrarias menos productivas causan los mismos graves problemas”, señala Lluís Brotons, coordinador del estudio.
“Esa doble amenaza nos aleja de la sostenibilidad”, indica el investigador del CSIC.
Menos mariposas, menos aves esteparias
Uno de los efectos más preocupantes en las especies de animales en Cataluña, es el descenso de las aves esteparias, propias de las tierras de secano de Lleida, que han disminuido sus poblaciones un 27% entre 2002 y 2019. Son uno de los grupos de fauna con una regresión más acentuada en Cataluña.
También encontraron en la amplia investigación que las poblaciones de mariposas ligadas a prados y pastos se han reducido un 71% entre 1995 y 2019. Y un 57% en las mariposas de matorral desde 1995.
“Estamos asistiendo al hundimiento de las mariposas de los prados”, dice Brotons. “El descenso generalizado se concreta no solo en una reducción alarmante de mariposas. También en los procesos de extinción locales de estas poblaciones ligadas a los prados”, agrega.
Asimismo, la evaluación es desfavorable para murciélagos forestales. Así como de escarabajos que dependen de la madera muerta o el urogallo, cuya población baja entre el 31% y el 34% en los diez últimos años.
El informe quiere ser el inicio de la evaluación del desarrollo de la Estrategia del Patrimonio Natural y la Biodiversidad 2030. En sus páginas reseña algunas de las acciones que se han llevado a cabo en Cataluña para revertir la pérdida de biodiversidad.
El texto fue un encargo del Departamento de Territori i Sostenibilitat (DTES) al CTFC y al CREAF, que han elaborado el documento. Conjuntamente con el Instituto Catalán de Ornitología (ICO) y el Instituto de Ciencias del Mar (ICM)
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