Navarra podría decir adiós a las alianzas constitucionalistas en el Gobierno. Y no sólo por el divorcio -para muchos, separación temporal-, de la última, formada por Unión del Pueblo Navarro (UPN) y Partido Socialista (PSN). Los números ya no cuadran en la Cámara Foral para estas formaciones. El 81% de la población quiere un cambio de gobierno, según un sondeo de Noticias de Navarra, y en esa dirección apuntan los votos. A tener en cuenta: Podemos, Geroa Bai y Bildu. Podría haber sorpresas.
Al desgaste, fruto de la crisis y de las políticas tomadas frente a ella, se suman las polémicas que han rodeado a Yolanda Barcina (en la imagen) y a sus socios socialistas, dirigidos por Roberto Jiménez (Pitillas, 1973).
Primero fue el escándalo debido al cobro de dietas dobles y triples por parte de los consejeros de Caja Navarra -la causa contra la entonces presidenta foral fue archivada-; después, la denuncia de la exdirectora de Hacienda, Idoia Nieves, contra la consejera Lourdes Goicoechea por intentar frenar una investigación fiscal. Fue ahí cuando UPN y PSN decidieron darse un tiempo. Idoia puso en jaque al gobierno de Barcina y fue Ferraz quien no dejó a los suyos sacar adelante una moción de censura junto a Bildu.
Hay que sumarle también las crisis internas de ambos. Barcina ya no será candidata, en su lugar llega Javier Esparza (Pamplona, 1970). Sin altas dosis de carisma, callado y con poca disposición con la prensa, prometió una regeneración total que se ha quedado en los primeros puestos de la lista. Su pareja de baile socialista será María Chivite (Pamplona, 1978), sobrina de un histórico político del lugar. A pesar de su juventud, resulta más familiar al electorado. Pedro Sánchez la colocó como portavoz en el Senado, aunque apoyó a Madina en la consulta del 13 de julio. No obstante, los socialistas están muy tocados. Los votantes no olvidan que tuvo en su mano gobernar en 2007 junto a Nafarroa Bai e IU y desde Madrid lo impidieron.
No obstante, estas elecciones marcan el fin de una era, la de UPN. Son otros los que acaparan las miradas: Geroa Bai, Podemos y Bildu.
El primero con Uxue Barkos (Pamplona, 1964), la candidata más conocida y la mejor valorada -es ella la que suena como cabeza ante un posible tripartito-; el segundo, con Laura Pérez Ruano (Pamplona, 1980), profesora de euskera y conocida por haber ‘enfrentado’ al rey Felipe VI pidiéndole un referéndum sobre la monarquía. Ruano, quien se impuso al candidato de Iglesias, ha levantado ampollas al no descartar un pacto con Bildu.
A su vez, Bildu tiene un voto fijo y fiel que es difícil que cambie. Su candidato es Adolfo Aráiz (Tafalla, 1961), abogado y antiguo dirigente de HB, que estuvo en la cárcel un año y medio a finales de los 90 por cooperación con banda armada. El Constitucional anuló su condena.
PP será testimonial; Ciudadanos similar o no tendrá presencia.
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