Fue su posición en primera línea de fuego nacional lo que le dio el plus necesario para conseguir un vuelco histórico en Castilla-La Mancha. Tras 28 años de gobiernos socialistas, María Dolores de Cospedal (Madrid, 1965) arrollaba al PSOE en 2011. Ya no era la desconocida de los anteriores comicios, ahora era el azote de José Luis Rodríguez Zapatero, el verdugo de José María Barreda. Era la secretaria general. Cuatro años después, lo sigue siendo; pero la del ‘partido de los sobres’, la del ‘despido en diferido’.
En estos comicios, ser la número dos del PP es su talón de Aquiles. Y no sólo por los escándalos, la sensación de haber tenido una presidenta a tiempo parcial está extendida en la región. Frente a estas acusaciones, ella presume de gestión. Asegura que tropezaron con más de mil millones en facturas sin pagar por lo que tiró de tijera y se ha echado encima a numerosos sectores, especialmente, el sanitario. Plazas sin cubrir, listas de espera interminables, plantas de hospitales que se cierran, mamografías en hoteles, desvíos a centros privados… A pesar de estas medidas, no se cumplen objetivos: la región supera el déficit establecido por Montoro -registró un 1’76%-, y la deuda pública asciende a 12.842 millones.
Aunque a primera vista pudiera parecerlo, Cospedal no lo tiene todo perdido; de hecho, encabeza las encuestas. El recuerdo de la pésima gestión del PSOE sigue ahí y “hay que tener en cuenta que los medios están totalmente controlados y, aunque la televisión pública tiene una cuota de pantalla pequeña, puede ejercer influencia en el mundo rural”, explica el catedrático Antonio Laguna. “Además, se ha metido mucho en la cultura de la zona, los toros, el vino… y eso gusta”.
Frente a ella, Emiliano García-Page (Toledo, 1968). Alcalde de su ciudad de origen desde 2007, “es un desconocido fuera de esta provincia”. Hombre del aparato, siempre de la mano de José Bono, no rompe con nada de lo anterior y de poco le sirve huir del rojo en su campaña, “la marca PSOE está muy deteriorada en la región”.
Ciudadanos y Podemos desbaratan los planes de una absoluta. Los primeros presentan al empresario de Telecomunicaciones Ángel Ligero (Guadalajara); los segundos a José García Molina (Barcelona, 1969), profesor en la Universidad de Talavera de la Reina. Los cuatro, junto a IU, lucharán por un parlamento con 33 escaños, tras la reforma que la misma Cospedal realizó.
Las otras batallas:
- Comunidad Valenciana y Valencia
- Barcelona
- San Sebastián
- A Coruña
- Comunidad de Madrid y Madrid
- León
- Islas Baleares y Palma de Mallorca
- Sevilla
- Asturias
- Navarra
- Aragón
- Extremadura