La noticia no causó sorpresa. El anuncio solamente oficializó lo que muchos daban por sentando. Nissan Motor Co. confirmó el cierre de su fábrica de Barcelona. Hasta diciembre de 2020 operarán las instalaciones de Zona Franca, así como las de Montcada y Sant Andreu. La información alentó protestas en la región ante el impacto económico y social de la medida.
Tras el anuncio, el Ministerio de Industria manifestó que lamentaba la decisión de la compañía, a pesar de las propuestas de mantener la planta en funcionamiento, e instó a gerencia y directiva de la compañía a considerar alternativas.
Ola de reacciones
Cientos de trabajadores afectados por el cierre se concentraron alrededor de la planta de la Zona Franca, cortaron el tráfico ante la fábrica y frente al acceso al parque logístico. También quemaron neumáticos.
El secretario general de CCOO de Catalunya, Javier Pacheco, dijo que el cierre de las plantas está «condenado al fracaso». Advirtió que «esto no ha hecho más que comenzar» y que sindicatos, instituciones, gobiernos, patronales y la sociedad civil defenderán conjuntamente la industria y la continuidad de Nissan en Barcelona.
Torra ofrece evitar el cierre
El president de la Generalitat, Quim Torra, suspendió la visita a la comarca del Bages que tenía programada para reunirse de urgencia con los consellers del área económica del Govern y analizar el cierre de Nissan.
«Haremos todo lo que esté en nuestras manos para evitar el cierre y estaremos siempre al lado de los trabajadores y trabajadoras para superarlo», dijo.
«Necesitamos mirar hacia adelante. Apelo a todo el talento y el compromiso que va más allá de las administraciones para ser capaces de revertir esta decisión injusta e injustificada», agregó.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, le pidió a Nissan que reconsidere la decisión y pide que se puedan «reconducir las conversaciones» con otras soluciones.
El presidente del PP en Catalunya, Alejandro Fernández, culpó del cierre de al «discurso antiindustria» de la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau.
Enorme pérdida laboral
Nissan fabrica vehículos en Barcelona desde 1983 y actualmente emplea de manera directa a unas 3.000 personas, que quedan sin trabajo a causa del cierre. La de la Zona Franca es una las factorías de coches más longevas del país.
Además, los sindicatos de trabajadores habían advertido que 20.000 empleos más en la cadena de suministro local de Nissan también se verían amenazados por el cierre en Barcelona, Montcada y Sant Andreu.
Una medida necesaria
Se conocía que la automotriz preparaba la reestructuración de su presencia en España. En un intento por evitar el cierre, el Gobierno le propuso a Nissan fabricar un coche eléctrico en Barcelona. Aseguraron que la inversión sería hasta tres veces menor que el coste de cierre de las instalaciones. Pero la oferta no fue suficiente.
Las operaciones de Nissan en Ávila, que se dedica a los recambios tras 60 años fabricando camiones, y Nissan Cantabria, que fabrica componentes, no se verán afectadas. Tampoco peligran las actividades de marketing y ventas de Nissan Iberia España.
Al anunciar el cierre, el presidente y CEO de Nissan, Makoto Uchida, dijo que la empresa «estaba tomando medidas para asegurar un futuro sólido para la compañía, en Europa y en todo el mundo».
Afirmó que Europa sigue siendo una región importante para Nissan: «Estamos proponiendo pasos para mejorar nuestra posición y nuestra rentabilidad en este mercado altamente competitivo”.
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