Por Cambio16
17/07/2017
55.918,98 hectáreas de superficie. Ese es el total de terreno arrasado por los incendios forestales en la península en los primeros seis meses del año, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), lo cual refleja un aumento del 32,9 % de hectáreas incendiadas con respecto a la media del decenio, siendo tan sólo superado por el 2012, cuando se produjeron 128.343 hectáreas.
La cifra y los datos geográficos -que reflejan las afectaciones a la vegetación- no dejan de ser, por lo menos, preocupantes. Por tipo de vegetación incendiada, 35.093 hectáreas eran de superficie matorral y monte abierto; 16.124 hectáreas de superficie arbolada y 4.071 hectáreas de pastos y dehesas.
En cuanto a la distribución geográfica, el 54,87 % de los siniestros se produjo en el noroeste; el 32,02 % en las comunidades interiores; el 12,77 % en el Mediterráneo y el 0,35 % en Canarias.
En los seis primeros meses del año 2017, el 64,61 % de la superficie forestal ardió en el noroeste (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco y las provincias de León y Zamora), el 19,52 % en el mediterráneo y 18,87 % en las comunidades interiores.
Finalmente, en superficie arbolada, el 43,62 % se quemó en el mediterráneo; el 41,28 % en el noroeste y el 15,09 % en las comunidades interiores.
Junio fue el peor mes del año, ya que sólo en este mes han ardido más de 17.700 hectáreas, un tercio del total de superficie arrasada.
De estos, ocho -cuatro más que la media de los diez últimos años- superaron las 500 hectáreas por lo que pasaron la barrera de los grandes incendios forestales. Entre ellos, el de Doñana, donde se quemaron más de 8.400 hectáreas.