Se llama Ren Zhiqiang. Es un millonario chino, magnate de los bienes raíces, hijo de un ex ministro y alto funcionario del Partido Comunista. Hace algunas semanas publicó en Internet un artículo criticando la gestión de la epidemia de COVID-19por el gobierno. En el texto insinuaba que Xi Jinping lucía como “un payaso desnudo”, no un rey desnudo, y le reclamaba reaccionar con retraso.
Expresar su opinión le ha salido muy caro. Acaba de ser condenado a 18 años de prisión y a pagar una multa equivalente a más de medio millón de euros. Publicó el martes el Tribunal Intermedio N° 2 de Pekín en su página web. Le adosan delitos de corrupción. El ex presidente de Huayuan, un grupo de bienes raíces de propiedad estatal, fue miembro del Partido Comunista de China de 1974 a 2020.
Delitos de pensamiento y de palabra
Si algo han dejado en claro el presidente Xi Jinping y el Partido Comunista de China es que los delitos no son solo de acción u omisión, sino también de pensamiento y de palabra. Desde hace unos años, es cada vez mayor el control y presión a la sociedad civil. Se acentuó la censura en Internet, muchos abogados han sido intimidados o detenidos y los profesores dan cuenta de ataques a la libertad de enseñanza.
A Ren Zhiqiang le gusta expresar sus opiniones abierta y públicamente. Tenía en la red social Weibo decenas de millones de seguidores que apreciaban sus posiciones. Su cuenta fue desactivada en 2016 tras la publicación de un mensaje que criticaba un discurso en el que Xi Jinping exhortaba a los medios oficiales a servir al Partido Comunista.
Crítica bajo asedio
El veredicto de la corte dijo que Ren, de 69 años de edad, «confesó voluntaria y sinceramente todos sus crímenes» y que no apelaría la decisión. Las acciones del acusado constituyeron corrupción, soborno, apropiación indebida de fondos públicos y abuso de poder. «Debe ser castigado de conformidad con la ley», señala el fallo judicial.
Los académicos dicen que el duro castigo indica la creciente disidencia que Xi Jinping enfrenta desde el seno de la élite del Partido Comunista de China mientras lleva al país por un camino más autoritario.
Las víctimas de la purga
A su llegada al poder en 2013, Xi Jinping lanzó una gran campaña anticorrupción que fue bien recibida por la opinión pública. Sin embargo, ahora se sospecha que la campaña le ha servido para eliminar potenciales rivales y que ha dejado una larga estela de detenciones, persecuciones y otras formas de purga en las altas esferas del Partido Comunista.
Al ex jefe de la metrópolis de Chongqing (suroeste) Bo Xilai le condenaron en 2013 a cadena perpetua por corrupción. Antes de su caída era uno de los máximos dirigentes del Partido Comunista. A Zhou Yongkang, ex jefe de la policía de China, lo acusaron de corrupción, abuso de poder y divulgación de secretos de Estado. Lo condenaron en 2015 a cadena perpetua.
El ex presidente chino de Interpol Meng Hongwei lo apresaron a finales de 2018. Acusado de corrupción, lo sentenciaron a 13 años de prisión. Lu Wei, ex jefe de la administración encargada de la «gestión» de Internet en China, recibió una condena de 14 años de prisión el año pasado, luego de que le acusaran de aceptar sobornos por más de 4 millones de euros.
Xu Zhangrun, de 57 años de edad, un distinguido profesor de derecho constitucional, fue detenido en julio por poco tiempo después de que la policía alegara que había solicitado prostitutas. Actualmente permanece bajo arresto domiciliario. Ha sido un crítico prolífico de la centralización del poder de Xi Jinping.
El «payaso» Xi Jinping
Ren Zhiqiang ha sido objeto de seguimiento desde febrero, cuando se cree que escribió un ensayo criticando la respuesta de Xi al brote de coronavirus. La persecución en su contra arreció a partir de marzo, luego de que publicara en Internet un artículo en el cual criticaba la respuesta del sistema de salud chino a la epidemia de la COVID-19.
En el texto, Ren Zhiqiang cargaba contra la concentración del poder en torno a un “gran líder” al que describía como “un payaso sin ropa decidido a hacer de emperador”. En consecuencia, Ren fue investigado en abril por «graves violaciones de la disciplina y la ley».
El ejecutivo inmobiliario, en situación de retiro, desapareció en marzo después de escribir su crítica En ese momento, sus amigos denunciaron que no habían podido contactarlo y que estaban «extremadamente ansiosos».
Una dura crítica
Su ensayo apuntaba a un discurso que Xi pronunció el 23 de febrero y dijo que revelaba una «crisis de gobernabilidad» en el partido. En realidad, no mencionó a Xi por su nombre, según los informes. Pero escribió que vio «no a un emperador parado allí exhibiendo su ‘ropa nueva’, sino a un payaso desnudo que insistió en seguir siendo emperador».
“La realidad que muestra esta epidemia es que el partido defiende sus propios intereses, los funcionarios del Gobierno defienden sus propios intereses y el monarca solo defiende el estatus y los intereses de su núcleo cercano”, indicó una traducción del ensayo.
«El partido gobernante de China ocultó la causa del brote, luego usó el poder de todo el país y selló una ciudad, traicionó la confianza de la OMS y ganó elogios internacionales», agregó el texto.
«Aquellos que viven en un país democrático con libertad de expresión, tal vez no conozcan el dolor de la falta libertad de prensa y de expresión. Pero los chinos saben que esta epidemia y todo el sufrimiento innecesario que trajo provienen directamente de un sistema que prohíbe de manera estricta la libertad de prensa y de expresión».
Parte de la élite política
Hijo de un ex viceministro de Comercio, Ren Zhiqiang era parte de la élite política de China. Fue un miembro veterano del Partido Comunista. Supo equilibrar de manera experta la crítica con la supervivencia política.
Hizo su fortuna en la época del boom de la infraestructura de China durante las décadas de 1990 y de 2000 como magnate inmobiliario. Más tarde fue presidente del Huayuan Real Estate Group. A principios de la década de 2000 se convirtió en un bloguero conocido y franco en la plataforma de redes sociales Weibo. Se ganó el apodo de Gran Cañón Ren por sus atrevidos análisis.
Ren Zhiqiang ganó más notoriedad en febrero de 2016 después de arremeter contra la demanda de Xi Jinping de que todos los medios de comunicación juraran lealtad al Partido Comunista. «¿Cuándo el Gobierno popular se convierte en el Gobierno del Partido?», escribió en su cuenta de Weibo.
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