Por Cambio16
20/04/2018
La corrupción en Venezuela será objetivo de seguimiento de 16 países entre latinoamericanos, europeos y de EEUU. Ministros de finanzas de varias naciones acordaron trabajar conjuntamente para localizar y confiscar las ganancias derivadas de la corrupción por parte de funcionarios del gobierno venezolano, dijeron el jueves dos funcionarios del Tesoro de Estados Unidos.
La decisión se tomó en una reunión en Washington Además de un rastreo a la corrupción en Venezuela, los funcionarios financieros también discutieron formas de proporcionar ayuda económica y humanitaria rápida al país. Entre ellas se incluye un alivio sustancial de la deuda. Siempre en caso de que Nicolás Maduro sea reemplazado por un gobierno «más legítimo y comprometido con la reforma económica». Así lo informó la agencia Asociated Press (AP), citando directamente a los funcionarios.
Según la agencia, funcionarios de Francia, Alemania, Gran Bretaña y Japón participaron. Asimismo, todas las principales naciones latinoamericanas. El acuerdo tuvo lugar en el marco de las reuniones del Fondo Monetario Internacional.
El FMI pronosticó esta semana que la economía de Venezuela se contraerá un 15 por ciento en 2018. Por consiguiente extendiendo por quinto año la recesión. Se espera que la inflación del año aumente a casi 14,000 por ciento.
La corrupción en Venezuela buscará «devolver lo robado» al país
Los funcionarios puntualizaron varios objetivos de rastrear la corrupción en Venezuela. El primero, eventualmente, es «devolver las ganancias robadas al pueblo venezolano» en un escenario posterior a Maduro. Los participantes en la reunión también acordaron evitar que el gobierno en bancarrota de Venezuela liquide a precios de remate activos valiosos en el extranjero. Principalmente las refinerías de petróleo y la compañía petrolera Citgo, en una búsqueda de efectivo fresco que prolongaría el control del poder del gobierno.
Cabe destacar que durante el encuentro se describió cómo funcionarios venezolanos que operan a través de compañías frontales desviaron hasta un 70 por ciento de los fondos del programa alimentario de Maduro (conocido como CLAP) mediante el uso de contratos sin oferta, sobrefacturación y reventa a precios del mercado negro de cajas de alimentos ensambladas en México. El fraude involucra a 30 compañías fantasmas distribuidas en cuatro continentes, dijeron los funcionarios.
Los países emplazaron a que más países latinoamericanos sigan el ejemplo de Panamá. La nación incluyó en la lista negra a Maduro y docenas de altos funcionarios, considerándolos en «alto riesgo» de lavado de dinero. Una movida que provocó una pelea que se intensificó rápidamente y que mantiene un impasse económico-diplomático entre ambos países.
«Lo que hizo Panamá fue enviar un mensaje claro. Queremos proteger nuestros sistemas financieros y logísticos de las actividades ilícitas», dijo el ministro de Finanzas panameño quien también asistió a la reunión.