Para este trabajo se han seleccionado elementos de seis ámbitos distintos: vida diaria, energía y transportes, minería, industria aeroespacial, bioquímica y comunicaciones. Algunos elementos podrían incluirse en varias categorías, pero por una cuestión organizativa se ha elegido la más representativa en cada caso.

Los precios de la industria aeroespacial, de energía y transportes y de comunicaciones son precios del mercado de inversión, no de venta directa al consumidor. Las fuentes de esta información son portales como infomine.com o compositesworld.com y entidades como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.

La antimateria y el californio 252 son los elementos más difíciles de tasar. En el primer caso, se ha utilizado un informe de la NASA de 1999 para estimar el valor de la antimateria. En el segundo caso, la información sobre el precio del californio 252 se ha extraído de una revisión realizada por la Comisión Nuclear Reguladora de Estados Unidos en 2000.

Para el precio de alimentos como el cacao o el azúcar se ha usado la Encuesta de Presupuestos Familiares de 2013, realizada por el Instituto Nacional de Estadística, mientras que el precio del azafrán se ha extraído directamente de los productores de Castilla-La Mancha, zona con denominación de origen. Los precios de los productos navideños –percebe, angulas, cigalas– son los recogidos por Mercamadrid en la Navidad de 2013.

La valoración económica de los medicamentos, en la categoría de industria bioquímica, forma parte de la información actualizada de los precios menores de la industria farmacéutica a octubre de 2014, recogida por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. El precio de elementos como la cocaína o la marihuana proceden del portal Havoscope, que recoge información sobre el mercado negro a nivel mundial.

Todos los precios se han estandarizado para su comparación, transformándolos a euros por gramo. Para elementos líquidos, como el aceite de oliva, la leche o el Brent, se ha calculado el precio por gramo utilizando la densidad. En el caso de elementos cuya cantidad se suele medir en magnitudes distintas al gramo –libras, onzas de troy, tonelada métrica– el cálculo se ha hecho primero a gramos y después a euros por gramo.