Por Ignacio Álvarez Ossorio *
05/01/2016
El Daesh (Estado Islámico) ha dado un giro copernicano en su estrategia. Sus atentados en el Sinaí, Ankara, Beirut y París indican que ha apostado por internacionalizar su particular yihad. Tras reivindicar los atentados en la capital gala avisaron: «No viviréis en paz». La respuesta rusa y francesa no se hizo esperar. François Hollande y Vladímir Putin acordaron coordinarse para luchar contra los terroristas. Su primer paso juntos: bombardear el feudo yihadista de Raqqa (Siria). No obstante, parece difícil que el Daesh puede ser derrotado tan sólo con ataques aéreos y que la guerra en Siria pueda resolverse sin una activa implicación diplomática de las grandes potencias internacionales y regionales.
1. ¿CUÁNDO NACE EL DAESH?
El embrión de esta organización lo encontramos en el grupo Al Qaeda en Mesopotamia, nacido tras la invasión de Irak por parte de EEUU en 2003. El Daesh surge oficialmente el 8 de abril de 2013, cuando su máximo dirigente Abu Bakr al-Bagdadi anunció la fusión entre el Estado Islámico en Irak y el Frente Al-Nusra, apéndice de dicho grupo en Siria. La fusión entre ambos grupos no fue aceptada por este último, que siguió operando de manera autónoma y juró lealtad a Al Qaeda. Desde entonces han sido frecuentes los enfrentamientos entre ambos. En realidad, el Daesh no es un grupo propiamente sirio, sino transnacional ya que la mayor parte de sus integrantes (de 30.000 a 50.000 según las fuentes) son yihadistas provenientes del mundo islámico, pero también del occidental. Tras la conquista de la ciudad de Mosul, la segunda más poblada de Irak, al-Bagdadi proclamó solemnemente la reinstauración del califato el 29 de junio de 2014. Desde entonces, el grupo se denomina simplemente Estado Islámico.
2. ¿QUIÉN ES CALIFA IBRAHIM?
Existen escasas noticias sobre la vida de al-Bagdadi. El califa Ibrahim, como se hace llamar, afirma pertenecer a la tribu de los Quraysh y, por lo tanto, descender del profeta Mahoma. Estudió teología en la Universidad de Bagdad y fue imán de diversas mezquitas hasta la invasión norteamericana de 2003. A partir de este acontecimiento engrosó las filas de diferentes movimientos yihadistas que combatían a las fuerzas de ocupación. Entre febrero y diciembre de 2004 estuvo encarcelado en el centro de internamiento de Camp Bucca, donde entabló relación con numerosos miembros de las Fuerzas Armadas y los Servicios de Inteligencia de Sadam Hussein que, a la postre, se acabarían incorporando al Daesh. Posteriormente se integró en el Estado Islámico de Irak, la rama iraquí de Al Qaeda, cuyas riendas tomó en 2010. Tras autoproclamarse califa, instó a los musulmanes a emigrar a los territorios bajo su autoridad y a hacer el yihad contra los infieles. Según diversas fuentes, al-Bagdadi habría sido herido de gravedad el 7 de noviembre de 2014 cuando el convoy en el que se desplazaba fue atacado por la aviación iraquí.
3. ¿QUÉ GRUPOS HAN JURADO LEALTAD AL CALIFATO?
La institución califal fue abolida el 3 de marzo de 1924 tras el desmoronamiento del Imperio Otomano. En árabe, el término califa alude a quienes sucedieron a Mahoma tras su muerte en 632. Cuatro califas ortodoxos gobernaron el naciente imperio islámico hasta que en 661 se instauró el califato omeya. Este periodo de apenas 30 años representa la edad dorada islámica que ahora el Daesh aspira a restaurar. No en vano el nombre de guerra de su líder es Abu Bakr, precisamente el nombre del primer califa ortodoxo.
El Daesh rechaza las fronteras de Oriente Medio, fijadas por franceses y británicos en los Acuerdos de Sykes-Picot de hace ahora un siglo. De hecho, tras la proclamación del califato, Abu Muhammed al-Adnani, portavoz del Daesh, anunció que “a partir de ahora dejan de ser legales todos los emiratos, estados y organizaciones debido a la expansión de la autoridad del califa y la llegada de sus tropas a sus áreas”. A pesar de ello, el nuevo califa no ha sido reconocido por los 1.600 millones musulmanes repartidos por el mundo. Tan sólo una pléyade de grupúsculos yihadistas le han jurado lealtad, entre ellos el nigeriano Boko Haram, el tunecino Ansar al-Sharia, el libio Consejo de la Shura de la Juventud Islámica, el egipcio Ansar Bait al-Maqdis, el somalí Al-Shabab y el filipino Abu Sayyaf.
4. ¿CUÁL ES LA IDEOLOGÍA DEL DAESH?
El Daesh aspira a erigir, por la fuerza de las armas, un califato islámico regido por la sharía y adopta como referente el modelo wahabita imperante en Arabia Saudí. El wahabismo es una corriente religiosa rigorista que aboga por el retorno a un Islam prístino, tal y como era practicado durante la época de Mahoma. Este grupo realiza una lectura literalista de los textos sagrados que considera como herética cualquier desviación, especialmente el Islam popular de las cofradías y los musulmanes chiíes (a los que tacha de renegados). Los wahabíes pretenden cambiar la sociedad por medio de la predicación y rechazan de plano el modelo democrático, al que consideran una herejía. Asimismo, el Daesh tiene un mensaje apocalíptico y se basa en diversas profecías que sitúan en Dabiq, una pequeña localidad norteña de Siria que da nombre a su revista, como el lugar en el que tendrá lugar el Juicio Final.
5. ¿CÓMO SE FINANCIA?
Las fuentes de financiación del Daesh son diversas, pero en general cabe distinguir entre las ordinarias y las extraordinarias. Entre las primeras destacan los ingresos provenientes por la venta del petróleo y la recaudación de impuestos. Entre las segundas el pago de rescates, la extorsión a hombres de negocios, el comercio de restos arqueológicos y, quizás la más importante, el asalto de bancos por el que obtuvieron 400 millones de dólares en 2004. En total, la revista Forbes interpreta que el Daesh cuenta con un presupuesto anual de 2.000 millones de dólares. El Departamento de Estado norteamericano calcula que los ingresos proporcionados por el petróleo ascienden a unos 500 millones de dólares anuales y que una cantidad similar se recauda por la vía de los impuestos. El Grupo de Acción Financiera, por su parte, considera que un tercio de su presupuesto proviene de donaciones privadas procedentes del golfo Pérsico.
6. ¿DÓNDE GOBIERNA?
El principal éxito del Daesh radica en su sólida base territorial. El Daesh controla una vasta región que abarca varias provincias de Siria e Irak donde viven unos cinco millones de personas. Sus dos principales feudos son Raqqa y Mosul. No obstante, ha perdido el 14% del terreno que controlaba durante este año en Iraq y Siria debido a los avances de las fuerzas de estos dos países y a los bombardeos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, según un estudio realizado por la firma especializada en seguridad IHS. En las zonas bajo su control, el Daesh establece un nuevo orden social basado en el wahabismo. La sharía es aplicada por cortes islámicas y es frecuente que se impongan castigos corporales en casos de robo, blasfemia o adulterio. También son habituales las lapidaciones y decapitaciones en caso de delitos más graves. El Daesh tiene, además, una agenda sectaria, con la conversión forzosa o expulsión de los cristianos que rehúsan pagar el impuesto de capitación. Son especialmente beligerantes con los kurdos, a los que acusan de apóstatas y, particularmente, contra quienes profesan el yazidismo, una religión sincrética practicada desde hace miles de años en la región, a cuyas mujeres han llegado a esclavizar. Una práctica menos conocida es el takfir, que consiste en excomulgar y eliminar a todos aquellos que no comparten sus postulados, lo que les ha llevado a asesinar a destacados ulemas sunníes y a líderes de las facciones armadas islamistas sirias que se han negado a jurarles lealtad o han denunciado sus tropelías.
7. ¿POR QUÉ RECURREN AL TERRORISMO?
El Daesh no sólo funciona como una organización terrorista. En un principio sus tácticas se basaban en una guerra de guerrillas dentro de un conflicto asimétrico en el que trataban de aprovechar sus bazas para extenuar al enemigo con el objeto de extender el caos, la inseguridad y el miedo entre la población. La ofensiva de Mosul fue precedida, por ejemplo, de múltiples atentados con coches bombas y terroristas suicidas que debilitaron la moral de las tropas y generaron pánico propiciando la retirada del ejército iraquí, que huyó sin siquiera presentar batalla. La estrategia del Daesh ha ido evolucionando en función de los cambios experimentados en el terreno. En un primer momento, el Daesh se centró en la conquista de territorios. Tras la instauración del califato, su máxima prioridad fue la consolidación de su autoridad. La creciente hostilidad por parte de países como EEUU y Francia, puntas de lanza de la coalición internacional formada en otoño de 2004 para combatirlo y, con posterioridad, la entrada en acción de Rusia, que también ha bombardeado reiteradamente sus feudos llevó a replantear esta estrategia y perpetrar atentados terroristas a gran escala en el extranjero. El 10 de octubre atacaron una manifestación en Ankara provocando la muerte de 128 personas. El 31 de ese mismo mes derribaron un avión de pasajeros ruso que sobrevolaba el Sinaí con la muerte de 224 personas. El 13 de noviembre golpearon París asesinando a 130 personas.
Ignacio Álvarez Ossorio * Profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Alicante y
coordinador de Oriente Medio y Magreb de la Fundación Alternativas