Aunque ya se barajaba desde hace unos meses, la fecha del 20 de diciembre ha levantado alguna que otra suspicacia por su cercanía a la Navidad. Pero, ¿hay realmente diferencias entre celebrar los comicios un 13 o un 20 de diciembre? Los expertos no tienen dudas: «Sí». ¿Puede haber algún partido al que esta fecha podría beneficiarle o perjudicarle? También. El Partido Popular sería el más beneficiado y Podemos el más perjudicado.
«Cuanto más se acerque la elección a las fechas navideñas, más difícil va a ser hablar de cosas negativas. La campaña se adelanta, y buena muestra de ello son las noticias de estos días desmontando el sueño económico del PP. Parte de la función de las campañas es recordarle a la gente que estamos en periodo electoral, y así motivar el voto. Con las luces de Navidad, los villancicos, la gente está preocupada por regalos y las comidas con familias y amigos… Normalmente nos despreocupamos de las noticias y de leer periódicos», explica el consultor político Carles Salmon Ribera.
En esa misma línea se muestra el analista José Juan Verón, «el día 13 aún no tenemos las fiestas en nuestra cabeza; el 20 ya sólo vemos viajes y celebraciones. De hecho, faltan sólo dos días para el sorteo de la Lotería. En esas fechas cambiamos nuestros parámetros, dejamos la rutina y los problemas a un lado. Es decir, nos volvemos más despreocupados y optimistas».
Otro factor a tener en cuenta es el ambiente de tradiciones en el que nos sumergimos. «No pensamos en hacer locuras, ni en general la gente se lanza a viajes descabellados; no se tiende a los cambios, la gran mayoría sigue las normas no escritas y tiende a quedarse como está en ese momento, al inmovilismo. En esta época nos volvemos más conservadores», explica Verón.
Si estas dos reflexiones se trasladaran a la política se podría llegar a presumir un partido claramente beneficiado: el Partido Popular. «Tanto por su tendencia conservadora, como por ocupar actualmente el poder. La Navidad es un momento muy poco favorable para el cambio, no es un momento de moverse, los experimentos llegan después, en enero», pone sobre la mesa Verón.
Si además tenemos en cuenta la paga extra que ya estará en las cuentas de los funcionarios y que la contratación sube en Navidad (lo que conlleva bajada del desempleo), «el clima, de nuevo, favorece el del Partido Popular y dificulta especialmente el discurso de Podemos», apunta Carles Salmon Ribera.
A estas teorías hay que sumarle el factor de la participación. A priori, todo apunta a que la participación bajará, «los indecisos podrían optar por no votar debido a las fechas, a la poca información que puedan llegar a tener y a la falta de un clima de campaña. El mayor trabajo lo tendrán que hacer los nuevos partidos que carecen de una gran base de votantes para intentar sacar a la gente indecisa a votar. Mientras, los grandes partidos se puede presumir que lo tendrán más sencillo por tener ya un votante identificado. Por ello, el PSOE también podría beneficiarse de esta fecha», augura Carles Salmon Ribera.
El peor parado podría ser Podemos (Ciudadanos cuenta con su lado más conservador y alternativa a PP y el PSOE con sus fieles) ya que es un momento en el que la crisis y los recortes sociales podrían pasar a segundo plano.