Por Joaquín Robles
30/03/2017
Analista de XTB
Tras fracasar en su intento por reformar el sistema de la salud en EEUU, Trump se está moviendo agresivamente para deshacer los compromisos de reducción de carbono de su predecesor, prometiendo una «nueva revolución energética» que desataría los abundantes recursos de combustibles fósiles de Estados Unidos. El nuevo presidente firmó este martes una orden ejecutiva que comenzará a desentrañar una serie de reglas y directivas para combatir el cambio climático, que el presidente Barack Obama introdujo en el tejido del gobierno federal.
Trump ha afirmado que «su administración está poniendo fin a la guerra contra el carbón» y su próximo paso será la reversión del Plan de Energía Limpia de Obama, una norma que desalentaba a las empresas de servicios públicos a usar el combustible fósil para generar electricidad. Trump, que una vez calificó al cambio climático como un engaño, ha prometido reorientar al gobierno federal para que los productores de petróleo y carbón de los Estados Unidos prosperen.
Algunos cambios ocurrirán inmediatamente, como la derogación de una política de 2016 que alentó a los reguladores federales a considerar el cambio climático en las revisiones ambientales, así como las directivas de Obama que obligaron a las agencias gubernamentales y los militares a modificar el fenómeno en su planificación.
La administración Trump también está lanzando un sistema de «coste social del carbono» de la era Obama que estimó el daño económico potencial del cambio climático y fue usado para justificar una serie de acciones ambientales. En cambio, el gobierno volverá a un enfoque anterior de 2003 para estimar los costos potenciales de cualquier regulación que gobierne las emisiones de gases de efecto invernadero, a pesar que ya se demostró que ponen en peligro la salud pública y bienestar.
Otros asuntos de política energética tomarán años de trabajo, como revertir el Plan de Energía Limpia que forzó a los estados a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la electricidad. Se anulará una regla del Departamento del Interior que establezca los requisitos para la fractura hidráulica en terrenos federales. Y un par de regulaciones que gobiernan las emisiones potentes del metano de los pozos del aceite y del gas también serán repasadas en la agencia de la protección del medio ambiente y el departamento del interior.
La mayoría, si no todos, de los cambios se enfrentarán a los desafíos legales de los mismos ambientalistas que ya están luchando para defender el Plan de Energía Limpia de Obama en la corte federal. Las agencias tendrán que justificar sus cambios normativos y someter los cambios propuestos a comentarios públicos, y decir que el cambio climático no es real no ayudara en absoluto.