Por Gorka Landaburu
Estamos en época electoral y todos los partidos reconocen que hay que hacer algo más para erradicar la violencia machista. Pero luego seguimos contando víctimas. No hay semana que no tengamos que lamentar como otras mujeres se suman a la larga lista. Es verdad que la educación es posiblemente la clave para erradicar definitivamente esta lacra, pero también las leyes y los que las aplican tienen que estar a la altura.
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