‘LOST IN TRANSLATION’
Por Marta Jurado
30/01/2016
Curiosidades, malentendidos históricos o el origen de determinadas expresiones que rara vez aparecen en los libros de texto…
El nominado al Oscar como mejor actor de reparto por The Revenant (2015), que se estrenará en los cines españoles el 5 de febrero, luce una vez más en la gran pantalla no solo por ser el antagonista perfecto para Leonardo DiCaprio, sino por la siempre arriesgada apuesta de adoptar acentos extremos, que le dan más carácter a sus personajes, aunque a veces dificulten la comprensión. Desde el británico perfecto en Origen (2010) a la incomprensible locución del villano de Batman, El Caballero Oscuro (2008), pasando por el también acento americano profundo de John Fizgerald, en la nueva cinta de Iñárritu.
Y es que el atractivo dramático de este actor británico radica en gran parte en lo camaleónico que se vuelve modulando su voz, hasta el punto de que merece la pena ver una película suya en versión original solo por descubrir los secretos que esconde. “Para mí, los papeles que hace en la serie Peaky Blinders y sobre todo la película Locke (2013), son los mejores. En ésta además mantiene toda la tensión dramática en una conversación telefónica sin más escenario que la cabina de un coche”, explica María Vallejo, filóloga inglesa y cinéfila.
Los críticos cinematográficos acusan a Hardy de no tener una dicción propia, ya que en las entrevistas de promoción adopta también un acento diferente cada vez. Pero es que él es así: “Me encanta interpretar a otras personas. Cuando estoy en la alfombra roja dicen, ‘ahí viene Tom Hardy’, y no me gusta. No quiero ser yo. Por eso me gusta hacer de otra gente”, declaraba el actor británico, conocido también por una juventud no exenta de excesos.
¿Rareza o buena formación?
La pasión por la variedad de acentos puede ser fruto de su propia excentricidad o parte de una muy buena formación actoral. Tal como señala Inés Joris, actriz y coach de acento británico, “en las buenas escuelas de interpretación, especialmente las británicas, se le da mucha importancia a la calidad de la voz y la dicción. Es lo que se espera de un actor, que sea capaz de interpretar varios acentos dependiendo del papel”, señala sobre este actor criado en Hammersmith, un privilegiado barrio londinense.
Pero en su opinión, una vez practicado, cuanta más neutralidad mejor. “Así haces la vida más fácil al que escucha y se centra en captar el mensaje”, señala Joris, con experiencia en el mundo anglosajón de la interpretación, así como experta en fonética británica. “Cuanta mejor dicción, mejor imagen proyectas. Esto ocurre tanto con la lengua materna, como con la extranjera”, puntualiza.
Ahora bien, según señala London School, se está creando una moda alrededor de las mejoras de la comunicación oral a través de clases de dicción (Accent Training) entre los propios ingleses, de hacer más marcados sus propios acentos regionales, tendencia que se reivindica desde los años 70 en Reino Unido como parte de la identidad propia.
En definitiva, “tener la posibilidad de alterar nuestro acento, como en el caso de Hardy, es una herramienta que puede ser positiva en muchos casos. Como en casi todo, dependerá del fin que busquemos, que sea más o menos lícito”, opina Gloria Oñate, traductora profesional.
Los acentos, un valor añadido que Hardy ha explorado con intensidad, adaptándose incluso a las variaciones del American English y ha hecho su marca personal. Este año además tendremos la oportunidad de verle en The Revenant, Mad Max (2015) y sobre todo Legend (2015), en la que Hardy se mete en la piel de dos gemelos gánster en el Londres de los años 60. Tom Hardy por partida doble.
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