Por Gorka Landaburu
07/03/2017
Francia, Alemania, Italia y España han decidido escenificar de forma conjunta su apuesta por una mayor integración europea. Frente a los riesgos del populismo y los extremismos sigue existiendo la opción comunitaria. Pero para ello los países del núcleo duro deben de dar una solución conjunta a problemas globales como los refugiados, el terrorismo, la crisis económica y la necesidad de una verdadera política común de defensa. Han pasado 60 años ya de la firma del Tratado de Roma y la nueva Unión Europea debe resolver cuanto antes su crisis de identidad.
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