POR CAMBIO16
22/08/2017
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- No deje de ver el Especial | Barcelona: Herida, fuerte y solidaria
Los Mossos d’Esquadra abatieron a Younes Abouyaaqoub, identificado por las autoridades como autor del atropello masivo en Barcelona y último miembro en libertad de la célula yihadista que también atentó en Cambrils, dejando un total de 15 muertos y 132 heridos.
«El núcleo sobre el que estábamos trabajando era una célula de doce personas: cuatro están detenidos, dos murieron en la explosión de Alcanar, cinco fueron abatidos en Cambrils y la última fue abatida esta tarde», explicó en rueda de prensa Josep Lluís Trapero, jefe de los Mossos d’Esquadra.
De esta manera, Trapero dio por «cerrada» la «desarticulación del grupo de personas que lideró estas acciones», aunque no descartó que en las próximas fechas se puedan ampliar las actuaciones policiales si la investigación da lugar a la identificación de nuevas personas relacionadas con la actividad de la célula.
Los hechos
Aproximadamente a las 17.00 (hora local) del jueves 17 de agosto, una furgoneta blanca se adentró en el céntrico paseo de La Rambla de Barcelona, uno de los emblemas de la ciudad e importante foco de concentración turística.
Una vez allí, la furgoneta recorrió la vía peatonal de La Rambla a gran velocidad mientras zigzagueaba para arrollar al máximo número de peatones posible, dejando 13 muertos y 126 personas heridas.
Tras recorrer unos 500 metros, el conductor —identificado cinco días después como Younes Abouyaaqoub— se bajó del vehículo a la altura del conocido Mercado de la Boquería y abandonó el lugar a pie, pasando desapercibido entre el caos que él mismo había creado.
De acuerdo con la información ofrecida por las autoridades, una hora y media después, tras cruzar la ciudad a pie, Abouyaaqoub asaltó a cuchillo a un conductor que estacionaba su vehículo, un Ford Focus de color blanco.
El asaltante hirió mortalmente al dueño del coche y emprendió su huida por la Diagonal, una avenida de más de 11 kilómetros de longitud que conecta con varias salidas de la ciudad.
En su intento de abandonar la capital catalana, Abouyaaqoub se topó con un control policial desplegado como parte de la operación de cierre de la ciudad.
El atacante lanzó su vehículo contra los agentes, que le dispararon sin llegar a herirle, lo que permitió al terrorista permanecer huido hasta el 21 de agosto.
Una vez lejos de la zona donde se encontró con los agentes, Abouyaaqoub abandonó el coche, donde todavía se encontraba el cadáver de su dueño original.
Unas horas más tarde —en concreto a la 01:25 del viernes (hora local)— los Mossos d’Esquadra informaron del desarrollo de una operación como respuesta a un atentado en Cambrils (Tarragona), a unos 115 kilómetros de Barcelona.
Un Audi A3 se lanzó sobre los peatones que en ese momento se encontraban en el paseo marítimo de la localidad, repitiendo, al menos en un primer momento, el método de ataque utilizado en Barcelona.
Tras atropellar a varios transeúntes, cinco personas se bajaron del vehículo y atacaron con cuchillos, machetes y hachas a la gente que allí se encontraba.
En total, este ataque causó la muerte de una persona y la hospitalización de otras seis.
Los Mossos d’Esquadra, rápidamente desplegados sobre el terreno, abatieron a los cinco atacantes, ataviados con cinturones bomba, aunque después se conocería que estos eran falsos.
La célula
«Lo que contemplamos es que esto se trata de un atentado terrorista con la intención de matar al mayor número de personas, un acto que estamos conectando con un otro incidente que se produjo en las últimas horas en Cataluña, con la explosión de una casa en la localidad de Alcanar», explicó Trapero esa misma noche.
En los días posteriores, las autoridades confirmaron la vinculación de los ataques en Barcelona y Cambrils con los sucesos de Alcanar, donde el 16 de agosto por la noche tuvo lugar una explosión en la que murieron dos personas, aunque en aquel momento los Mossos sólo habían detectado a una.
Con el paso de las horas, los Mossos empezaron a cerrar el cerco de la investigación alrededor de 12 personas identificadas como miembros de la célula, la mayoría de ellas jóvenes de origen marroquí y criados en la localidad gerundense de Ripoll.
De esas 12 personas dos murieron el miércoles en la Alcanar, cinco fueron abatidos por los Mososs el jueves en Cambrils, cuatro fueron detenidas antes del 19 de agosto y la última, el conductor de la furgoneta, también murió por disparos de los agentes.
Las cinco personas abatidas en Cambrils —todas ellas de nacionalidad marroquí— fueron identificadas como Moussa Oukabir (17 años), los hermanos Mohamed Hichamy y Omar Hichamy (24 y 21 años), Said Alla (19 años) y Houssaine Abouyaaquob (19 años), hermano de Younes.
Dos de los detenidos son Driss Oubakir, hermano de Moussa Oubakir que se entregó denunciando que su hermano le robó documentación para alquilar vehículos usados por la célula, y Mohamed Alla, propietario del Audi A3 con el que se cometió el segundo atentado.
Los otros dos detenidos son Salh El Karib, que regenta un locutorio en Ripoll, y Mohamed Ouli Chemlal, detenido tras resultar herido en la explosión de Alcanar.
Todas las detenciones excepto la del herido de Alcanar se produjeron en Ripoll.
La investigación policial apunta a que el cerebro de la trama y principal elemento radicalizador de los jóvenes fue Abdelbaki Es Satty, imam de Ripoll, que murió en la explosión de Alcanar junto a Youssef Aalla, hermano de uno de los detenidos.
La base de Alcanar
«La tesis que estamos manejando en estos momentos es que estos atentados se estaban preparando desde hace algún tiempo alrededor del domicilio de Alcanar», dijo Trapero.
Posteriormente esta tesis se confirmó: los terroristas guardaban más un centenar de bombonas de butano en el domicilio, donde también se encontraron trazas de ingredientes utilizados para elaborar tiperóxido de triacetona (TATP), un explosivo utilizado habitualmente por los terroristas de Daesh.
«La explosión de Alcanar hizo que ya no contaran con el material necesario para preparar atentados de mayor alcance en Barcelona», explicó el jefe de la investigación, que calificó a los atentados finalmente realizados como «más rudimentarios» que los planes originales del grupo, de un mayor potencial destructivo.
Preguntado este lunes por la prensa sobre por qué la explosión del miércoles no llevó a elevar el nivel de alerta de cara a posibles atentados, Trapero explicó que los agentes no tuvieron posibilidad de saber en ese momento qué se estaba tramando allí.
De acuerdo con su relato, los agentes no detectaron la gran cantidad de bombonas de butano del domicilio desde el primer momento porque las obligadas precauciones de una investigación entre escombros con posible material explosivo hizo que el avance de las pesquisas fuese lento.
De hecho, el oficial afirmó que las distintas operaciones en el domicilio no se cerrarán en varios días o incluso semanas, por lo que no descartó que hasta se puedan encontrar restos de más personas en la casa.
El lento avance de la investigación en la casa hizo que las autoridades no diesen por confirmada la presencia del imam Abdelbaki Es Satty entre los escombros hasta la mañana del lunes, pese a que había muerto en la explosión del miércoles.
El desenlace
Una vez localizados los otros 11 elementos de la célula, los Mossos d’Esquadra confirmaron la identificación de Younes Abouyaaqoub como único autor material del atentado en La Rambla.
«Tenemos evidencias de tipo científico de que esta persona estuvo en este vehículo y documentación que le implica en los trabajos de alquiler de la furgoneta», detalló Trapero en una rueda de prensa ofrecida en la mañana del lunes.
En esa comparecencia, el jefe de los Mossos situó la localización de Abouyaaqoub, que se encontraba huido desde el lunes, como principal prioridad de la investigación.
Para ayudar en su búsqueda, los agentes publicaron fotografías del joven y pidieron colaboración ciudadana.
Apenas dos horas después, a las 15:30 (hora local), los Mossos recibieron varias llamadas que situaban al sospechoso en la estación ferroviaria de San Sadurní de Noya, una población situada en la comarca del Alto Penedés, en la provincia de Barcelona.
Las autoridades procedieron a perimetrar la zona, lo que provocó que dos agentes encontraran a un hombre escondido en una viña en la población vecina de Subirats y le dieran el alto.
Esa persona era Younes Abouyaaqoub, que al encontrarse con los agentes se abrió la camisa para mostrar un cinturón de explosivos y un arma blanca al grito de «Alá es grande».
Ante el peligro de una detonación, los agentes dispararon mortalmente a Abouyaaqoub, que según la investigación es el autor de 14 de las 15 muertes.
Tras el cierre de la persecución policial sobre el bloque central de la célula terrorista, este martes se iniciarán las actuaciones judiciales.
Los cuatro detenidos declararán este martes en Madrid, donde se encuentra la Audiencia Nacional, el juzgado encargado de llevar las causas por terrorismo en España.
Las dudas
No sólo los detenidos deben aclarar los cabos sueltos. Hay varias lagunas en la investigación que están llevando a cabo los Mossos sobre los atentados, que generan la necesidad de varios por qué:
Tras la explosión en la vivienda de Alcanar (Tarragona), que servía como base de operaciones del grupo terrorista desarticulado y dónde han hallado trazas del explosivo triperóxido de triacetona (TATP), más conocido como ‘la madre de Satán’, se dijo que era un “accidente doméstico”. ¿Por qué no se avisó ni a Policía ni a Guardia Civil?.
Otra duda razonable es que los Mossos difundieran las imágenes de cuatro terroristas y a la hora dijeran que tres fueron abatidos en Cambrils.
“Modifican la información por impulsos o interés. Es desinformación y complica todo mucho más”, señaló el portavoz del Sindicato Independiente de Policía, Alfredo Perdiguero, antes de censurar que primero se atribuyera a Moussa Oukabir, marroquí, de 17 años, nacido en Ripoll y abatido en Cambrils la autoría del atentado en Barcelona, y ahora esa hipótesis se haya descartado.
No menos importante es conocer por qué Cataluña desoyó las recomendaciones que realizara el pasado mes de diciembre la Comisaría General de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, tras el ataque en una feria navideña de Berlín, entre las que se contaban la instalación de medidas de protección como bolardos y grandes maceteros en aquellos espacios públicos por los que transitan multitud de personas para dificultar la entrada de grandes vehículos.
El entonces portavoz de los Mossos, Xavier Porcuna, señaló que no darían “ninguna orden genérica de bloquear todos los accesos”, rechazó el “alarmismo” durante las fiestas navideñas y añadió que en Cataluña “no habían detectado ninguna amenaza concreta”.
Finalmente, según reveló el diario ‘El Periódico de Catalunya‘ en su versión digital, los Mossos d’Esquadra fueron advertidos hace dos meses por la CIA estadounidense de un posible ataque -tras los atentados de Niza, Paris y Londres-. «La ciudad estaba en el punto de mira de los yihadistas», señala la información, haciendo especial hincapié en el céntrico paseo de las Ramblas. ¿Es esto cierto? Y de ser así, ¿por qué se obvió?
Como imperante en los próximos días será saber qué revelarán los terroristas detenidos, también lo será para la ciudadanía escuchar las voces de quienes deben proteger a la ciudadanía sobre estas cuestiones.