Por Gorka Landaburu
El PP cambia de caras y se prepara para su nueva estrategia. Todo apunta a una campaña de desprestigio de los contrarios políticos con el objetivo de no perder más poder. Los populares son conscientes de que nadie, o muy pocos, quieren llegar a acuerdos con ellos. Nos esperan meses duros en los que las descalificaciones y la búsqueda de escándalos serán pan de cada día.
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