Por Enrique Rodríguez de la Rubia (Efe)
03/02/2016
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El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, inicia este miércoles los contactos con los portavoces parlamentarios de cara a aglutinar los apoyos necesarios para un debate de investidura que fuentes parlamentarias calculan que pueda celebrarse a primeros de marzo.
Esas fechas, los primeros días de marzo, marcarán el calendario político tanto si Sánchez consigue ser investido como si no.
Con un almanaque en la mano y atendiendo a lo dicho el martes por el líder socialista, cuando aseguró que necesitaría más o menos un mes para negociar un pacto de Gobierno, el debate de investidura podría celebrarse hacia la primera semana de marzo.
Eso situaría el primer día del pleno de investidura en el martes 1 de marzo, o el miércoles 2. Habitualmente este pleno dura dos días y la primera votación se celebra en la segunda de esas jornadas.
De conseguir en primera ronda la mayoría absoluta de la Cámara -algo poco previsible- Sánchez ya sería presidente del Gobierno. Lo esperable es que necesite afrontar una segunda votación, 48 horas después de la primera.
Ahí ya le bastaría mayoría simple, esto es, más votos a favor que en contra, donde entran en juego las abstenciones que puedan producirse.
De no conseguir tampoco el respaldo del Congreso comenzaría a correr el plazo de dos meses que marca la Constitución para la disolución automática de las Cortes y la convocatoria de elecciones.
De nuevo sería una situación inédita en la actual democracia y el contenido del artículo 99 de la Constitución no impide al Rey abrir una nueva serie de consultas, pero tampoco le obliga a hacerlo.
No obstante, lo esperable es que el monarca vuelva a convocar a los líderes políticos para intentar desatascar la situación y presentar a un nuevo candidato a la investidura. Sería quizá el momento del líder del PP, Mariano Rajoy, aunque esto también es una absoluta incógnita.
En el caso de que en esos dos meses nadie consiga ser investido se convocarían automática elecciones generales.
«Si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del Presidente del Gobierno», señala la Constitución.
La fecha de convocatoria sería aproximadamente hacia el 2 de mayo -dos meses exactos desde la primera votación de investidura fallida-, lo que aplicando la normativa electoral llevaría la fecha de las elecciones al 26 de junio, 54 días después de la disolución de las Cortes.