Por Alfonso Fernández y Marc Arcas (Efe)
02/03/2016
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El Supermartes republicano ha aclarado el panorama en EEUU con el magnate neoyorquino Donald Trump afianzando su condición de favorito gracias a su victoria en siete estados, el senador Ted Cruz resistiendo al llevarse Texas y Oklahoma, y el senador Marco Rubio logrando su primer triunfo en Minesota.
Por el lado demócrata, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton ha logrado una contundente victoria en la mayoría de los estados, aunque el senador Bernie Sanders resistió la embestida de su rival con un más que meritorio desempeño.
Republicanos
En su intervención tras conocerse los primeros resultados, Trump defendió la capacidad del Partido Republicano para recuperar la Casa Blanca en las elecciones de noviembre y rechazó que fuese un candidato que divida a los conservadores.
«Soy un unificador. Me gustaría ver al partido republicano juntarse y unificarse. Los republicanos tenemos una energía tremenda, mientras que los demócratas no la tienen», afirmó en rueda de prensa desde Palm Beach (Florida).
Trump se llevó la victoria en Alabama, Arkansas, Georgia, Massachusetts, Virginia, Vermont y Tennessee.
En Georgia, que otorga 102 delegados; Massachusetts, donde se disputan 42 delegados; Tennessee, que ofrece 58 delegados; y Alabama, con 50, el magnate logró vencer con amplia mayoría al obtener más del 40% de los votos.
Por su parte, en la lucha por Virginia, que otorga 49 delegados y uno de los estados más disputados, el magnate neoyorquino se impuso por un estrecho margen: 35% frente a 32% del senador por Florida Marco Rubio.
En Vermont, el pequeño estado del noreste de EEUU que da 16 delegados, Trump venció en una apretada disputaba con el gobernador de Ohio, John Kasich, con el 32% frente al 30%, y consigue así triunfar en los estados en liza hasta ahora en Nueva Inglaterra (Nuevo Hampshire, en febrero, y ahora Massachusetts y Vermont).
Mientras que en Arkansas, donde se eligen 40 delegados, Trump fue señalado vencedor con el 35%, delante del 28 % de Cruz.
No obstante, la «joya» de la noche, Texas, donde se disputan 155 delegados, fue para el senador local, Ted Cruz, quien obtenía el 40 % de los votos, frente al 28 % de Trump.
Cruz también obtuvo el triunfo, más sorprendente ya que las encuestas no le ponían al frente, en Oklahoma, con el 34,8 % frente al 29,6 % de Trump, en un estado que otorga 43 delegados.
El senador por Texas insistió en que es el único capaz de vencer a Trump, e instó a retirarse al resto de contendientes que siguen en liza, como el senador Marco Rubio, al gobernador John Kasich y el neurocirujano Ben Carson.
«Mientras el partido siga dividido, la nominación de Trump parece más factible», dijo Cruz, quien ya arrebató la victoria al empresario neoyorquino en Iowa, la primera y simbólica cita de las primarias republicanas en febrero.
A última hora, sin embargo, Rubio, el joven senador por Florida, arañó su primera victoria de las primarias al imponerse en Minesota.
Para Rubio, se trata de un necesario balón de oxígeno ante las siguientes citas, especialmente la del 15 de marzo en su estado natal y en la que probablemente se juegue su futuro.
Al comentar los resultados desde su sede de campaña en Miami, el senador por Florida prometió recorrer, estado por estado, el país con el fin de «desenmascarar la verdadera naturaleza» de Donald Trump.
Su mensaje, que va a difundir «alto y claro», dijo, es que el Partido Republicano no puede ser tomado por un «estafador» porque lo que está en juego es no solo «el futuro de Estados Unidos, sino el del movimiento conservador».
Queda por dirimirse Alaska, donde debido a la diferencia horaria los resultados se conocerán mucho más avanzada la noche.
En total, por el lado republicano están en juego en este supermartes 595 delegados, de los 1.237 necesarios para obtener la candidatura presidencial en la convención del partido de julio.
Demócratas
El balance definitivo del esperado Supermartes en el lado demócrata fue de 7 estados para Clinton y de 4 para Sanders, de modo que ambos pueden, de una manera u otra, considerarse victoriosos: la primera porque dio un golpe de autoridad y reivindicó con mayor fuerza, si cabe, el título de favorita, y el segundo porque logró un resultado mejor de lo esperado.
Cabe destacar las victorias de Clinton en la mayoría de estados sureños que votaron en la jornada del martes (Georgia, Alabama, Tennessee, Arkansas y Texas), ya que en todos ellos la ex secretaria de Estado por lo menos dobló los resultados obtenidos por su rival, autoproclamado socialista democrático.
Queda claro que, con la salvedad de Oklahoma, el sur es territorio hostil para Sanders, donde ha cosechado sus peores derrotas de lo que va de proceso de primarias: en Alabama, donde sufrió las mayores pérdidas, terminó más de 60 puntos porcentuales por debajo de Clinton.
En Texas, donde se repartía la mayor cifra de delegados de la noche, la ex primera dama le superó con más del doble de votos (32% a 66%) y en Georgia, el otro estado más poblado de los que votaron el martes, la diferencia fue todavía mayor: 28% para el senador frente al 71% de Clinton.
La nota disonante en el sur y una de las mayores sorpresas de la noche fue la victoria de Sanders en Oklahoma, uno de los estados más conservadores del país y donde se impuso a su rival por más de 10 puntos.
Ya fuera del sur, la partida se decantó del lado de Sanders, con victorias en Vermont, Colorado y Minesota, mientras que Clinton se llevó, tras una muy disputada batalla, Massachusetts y también Virginia.
Massachusetts fue, sin duda, el estado más reñido de la noche para los demócratas y hubo que esperar hasta que el escrutinio superase el 90 % para ver cómo la ex secretaria de Estado lograba una mínima ventaja de dos puntos porcentuales sobre Sanders.
Sin embargo, ganar en Massachusetts fue un importante golpe por parte de Clinton ya que, por un lado, se apuntó la primera victoria de lo que va de proceso de primarias en un estado claramente norteño; y por otro demostró que es capaz de ganar en la región de Nueva Inglaterra (noreste), donde Sanders se había hecho fuerte con las victorias en New Hampshire en febrero y Vermont.
Si Alabama fue la cruz de la noche para Sanders, el estado que lo aupó a senador y donde ha desarrollado la totalidad de su carrera política, Vermont, fue la cara, con una victoria que le granjeó el 86% de los apoyos y dejó a Clinton con sólo el 14%.
La noche del martes reflejó una vez más la fortaleza de Clinton en los estados con fuerte presencia de minorías (en este caso los afroamericanos en el sur) y la de Sanders en los estados mayoritariamente blancos como Vermont, Minesota y Colorado.
Si esta tendencia se mantiene, Sanders podría ver cómo aumentan las posibilidades de su campaña a medida que la carrera se traslade del sur (donde ha estado muy centrada las últimas semanas) a los estados del norte y el centro del país.
El conocido como Supermartes repartió entre los dos aspirantes a ser el candidato del Partido Demócrata a la Casa Blanca 865 delegados de los 2.383 necesarios para lograr la nominación, en once estados que celebraron primarias y caucus (asambleas populares) a lo largo y ancho del país.