Por Cambio16
03/11/2015
La Policía Nacional ha detenido en el poblado chabolista de la Cañada Real, conocido como el «supermercado» de la droga, y en el barrio madrileño de Vallecas a tres supuestos yihadistas que mantenían contactos por Internet con desplazados a Siria y a quienes habían ofrecido atentar en Madrid.
Se trata de una operación de la Comisaría General de Información que ha permitido desarticular una célula «extremadamente radicalizada» compuesta por estos tres marroquíes con tarjeta de residencia en España que «habían asumido totalmente la disciplina y el ideario terrorista», según el Ministerio del Interior.
Los tres hombres, de entre 26 y 29 años, llevaban bastante tiempo residiendo en España con sus familias y habían tenido trabajos temporales en el cartón o el hierro, han indicado a Efe fuentes de la investigación.
Acusados de formar parte de una célula vinculada a la organización terrorista Daesh o Estado Islámico, estas personas no tenían intención, como otros presuntos terroristas detenidos en España, de viajar a Siria o Irak, sino que a través de Internet mantenían contactos con desplazados y otros adeptos a la causa dentro de nuestro país. En esos contactos, han añadido las fuentes, les habían ofrecido ejecutar acciones terroristas en Madrid, de la denominada «yihad individual» como «lobos solitarios».
Según el Ministerio del Interior, el operativo policial se ha desarrollado «de forma urgente dado que los integrantes de la célula, individuos muy imprevisibles en sus reacciones, presentaban indicadores de máximo riesgo y se había detectado su voluntad plena de pasar a la acción y llevar a cabo actos terroristas».
Interior asegura que el grupo estaba perfectamente organizado y jerarquizado, y cada uno de sus componentes tenía designado un papel determinado.
El captador y el dinamizador
Así, el líder de la célula desempeñaba labores de captación mediante la difusión de los postulados del Daesh, controlaba la evolución de los mismos y desarrollaba métodos de formación de disciplina terrorista, mientras que los otros dos asumían una labor operativa.
En suma, según otras fuentes, uno estaba integrado en el Daesh; el otro actuaba como «dinamizador» para el adoctrinamiento de otros al servicio del primero, del que dependía directamente, y el tercero es un adoctrinado.
Por ello, las fuentes han señalado que al primero se le atribuye un delito de integración en organización terrorista, al segundo un delito de colaboración con el grupo terrorista y al tercero se le aplicará la figura del «adoctrinado pasivo», recogida en el artículo 575 del Código Penal, uno de los tipos delictivos incluidos en la reciente reforma de esta norma para combatir el fenómeno yihadista.
Uno de los detenidos residía en el barrio marginal de la Cañada Real Galiana, en la localidad madrileña de Rivas-Vaciamadrid, y, según las investigaciones policiales, tenía fácil acceso a un mercado ilícito de todo tipo de armas, lo que agravaba la situación.
Los otros dos tenían su residencia en el poblado la Cañada Real de Merina, perteneciente a la capital, y en la calle Peña Prieta del distrito de Puente de Vallecas. La Policía ha practicado registros en las tres viviendas.
Uso de las redes sociales
Además de para contactar con desplazados, los detenidos usaban las redes sociales e Internet para informarse de los avances y éxitos del Daesh, además de obtener material para sus actividades de radicalización.
La operación es una más de la Policía Nacional contra el terrorismo yihadista acorde a la situación del nivel de alerta actual -Nivel 4 (alto)- para neutralizar todo tipo de amenaza en la seguridad nacional, subraya Interior.
Su titular, Jorge Fernández Díaz, ha resaltado, en declaraciones a la Cadena Ser, el importante «salto cualitativo» que supone haber detenido a personas cuyo objetivo era actuar en España, lo que supone «un hecho diferencial sensible» respecto a arrestados con anterioridad que se dedicaban a captar, adoctrinar, radicalizar y reclutar a personas para viajar a Siria o Irak.
Fernández Díaz ha advertido de que podrían estar dispuestos a cometer todo tipo de acciones como el atentado contra la revista francesa Charlie Hebdo, y «que van desde ir con un cuchillo contra una persona para atentar contra ella hasta con un Kalásnikov». Y ha apostillado: «la tipología de delitos que realizan estos bárbaros ahí la tenemos por desgracia y, por tanto, tenemos que estar prevenidos».
La operación ha sido coordinada por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, y por la Fiscalía de este órgano.