Por Cambio16 / Cristina Cabrejas (Efe)
Un día después de conocerse que más de 700 personas han muerto en el naufragio más grave vivido en aguas mediterráneas, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Roma ha informado de que una nueva embarcación con 300 inmigrantes a bordo estaba a punto de zozobrar en el Mediterráneo y que 20 persosonas habrían muerto. Lamentablemente, esta no es la única noticia del día. Al menos tres personas han muerto al encallar una embarcación con unos 200 inmigrantes a bordo ante las costas de la isla griega de Rodas. Y parece que este desolador panorama se va a repetir.
Acnur alerta que tragedias de este tipo volverá a suceder este verano si no se pone remedio.
La prensa italiana titulaba este lunes, en relación a la enésima tragedia migratoria en el Canal de Sicilia, aludiendo a «La soledad» de Italia y «el silencio» de Europa.
Toda la prensa resalta cómo a pesar de los llamamientos y las promesas, nada ha cambiado desde el 3 de octubre de 2013, cuando Europa se sobrecogió con el naufragio de Lampedusa, donde murieron ahogados 368 inmigrantes. Y destacan que si no se hace algo la tragedia continuará.
La portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas (Acnur) en el sur de Europa, Carlotta Sami, que se ha trasladado a Catania, en Sicilia, a donde llegarán los 24 supervivientes del último naufragio, denunció este lunes que en lo que va de año más de 1.650 inmigrantes han muerto en el Canal de Sicilia y que la cifra aumentará debido al buen tiempo y a la falta de medios.
El director de Acnur en Europa, Vincent Cochetel, subrayó que trata de «una tragedia anunciada» debido a los medios insuficientes, en una entrevista publicada hoy en el diario italiano «La Repubblica», y hacía notar que en tan sólo cuatro meses de este año se han registrado ya la mitad de los muertos de 2014, cuando fallecieron 3.500 inmigrantes en esta zona del Mediterráneo.
Necesidad de soluciones
El director de Save the Children en Italia, Valerio Neri, también advirtió que es necesario que Italia y la UE respondan «con un sistema de búsqueda y rescate capaz de hacer frente a esta situación, que está destinada a empeorar en los próximos meses».
Italia, como cada vez que sucede una tragedia de este tipo, reiteró sus llamamientos a Europa para que comience a hacer mayores esfuerzos ante un problema que no puede afrontar sola.
El presidente del Gobierno italiano ha exigido la convocatoria de un Consejo Europeo extraordinario en el que se aborde el problema de la inmigración y del conflicto en Libia.
Que se recrudezca la situación en Libia, unido a que desde ahora comenzará el buen tiempo, hace prever el aumento de las salidas con embarcaciones repletas de inmigrantes desde las costas libias.
250.000 personas esperando
El ministro de Exteriores italiano, Paolo Gentiloni, ya adelantó que existen cerca de 250.000 personas en los campos de los traficantes en espera de ser embarcados hacia Italia.
Por el momento, en las reuniones europeas sobre este asunto no se han tomado las decisiones necesarias, según reconoce la mayoría de dirigentes, e incluso existe división entre los países europeos sobre si se debe intervenir en Libia o si realizar «bloqueos navales».
La única decisión tomada tras las tragedia de Lampedusa fue la puesta en marcha de la operación europea de control de fronteras Tritón, considerada insuficiente e ineficaz por muchos operadores, que sustituyo a la misión italiana Mare Nostrum.
La prensa italiana compara ahora los números de la operación italiana Mare Nostrum, que costaba a las arcas del Estado italiano 9,3 millones de euros al mes, en relación con la europea Triton, que cuenta con un presupuesto de 2,9 millones.
Las deficiencias de Tritón
Triton gestionada por la agencia europea Frontex para el control de las frontera está financiada por las donaciones voluntarias tanto de dinero como de medios de unos 26 países de la UE.
Pero la gran diferencia es la concepción de la misión, pues los portavoces de Triton insisten en que «no se trata de un operativo humanitario o de rescate» sino que consiste en «patrullar y controlar las fronteras».
Además, las embarcaciones europeas que participan en Triton no están autorizadas a acercase a las costas libias.
«Triton no puede funcionar porque no tiene medios y no tiene el mandato para funcionar. Necesitamos una estrategia a breve plazo, que proporcione medios y dinero, y otra a largo plazo que de a Europa una verdadera política migratoria», afirmó este lunes en una entrevista al diario La Repubblica el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.