Por Manuel Domínguez Moreno
En busca de la estabilidad prometida cuando rompió con sus socios de IU, disolvió el Parlamento andaluz en enero y convocó nuevas elecciones para el pasado 22 de marzo, Susana Díaz no sólo no la ha encontrado sino que se ha dado de bruces con la época de mayor indefinición política vivida en la autonomía andaluza desde el histórico 28 de febrero de 1980 cuando echó a andar. Esta X Legislatura sigue como empezó: embroncada.
Los socialistas, 47 diputados, han recibido un rotundo “no” del resto de la Cámara autonómica. 62 noes en total de los diputados de Partido Popular (33), Podemos (15), Ciudadanos (9) e Izquierda Unida (5), por tercera vez consecutiva en apenas diez días, en el debate de investidura más incierto de todos los vividos en Andalucía.
El caso de presunta corrupción investigado por una jueza de Sevilla sobre la concesión irregular de la explotación minera de Aznalcóllar ha llenado de nuevos argumentos a todos los diputados de los cuatro partidos de la oposición, que reclaman a la candidata socialista mayor compromiso y firmeza contra la corrupción que la mostrada por sus predecesores. “No es de fiar”, le espetó durante el debate de investidura el líder de IU, Antonio Maíllo, a modo de balance tras la experiencia de compartir gobierno autonómico durante tres años con los socialistas.
Susana Díaz, que decidió frenar la concesión de la explotación de Aznalcóllar sólo cuando se destapó la investigación judicial en los medios al mismo tiempo que sus altos cargos mantienen la total “transparencia” y “ejemplaridad” del proceso de adjudicación y cuestionan el conocimiento del caso por parte de la propia jueza del caso, mueve ficha y ya no ve tan descabellada la convocatoria de unas nuevas elecciones: “Si hay que ir a elecciones, se irá”, dijo ayer minutos antes de recibir el tercer “no” del Parlamento. “Pierden los andaluces”, añadió.
En un apresurado análisis de la situación ante el grupo parlamentario socialista, la candidata a presidir la Junta criticó la actitud del resto de formaciones, pero no se cuestionó en ningún momento la impotencia del PSOE para llegar a acuerdos con alguno de los partidos de la oposición. “No voy a permitir que el 24 de mayo Andalucía sea un trueque de nadie ni un cromo que se vaya a intercambiar con nadie”, dijo Díaz.
En vista de que la jugada del presidente de la Cámara (socialista) de convocar una tercera votación en plena campaña electoral no ha servido para acercar posturas, se pospone la cuarta votación hasta después del 24 de mayo, cita de las autonómicas y municipales.
Y la vía judicial del ‘caso Aznalcóllar’ sigue su curso, con 11 altos cargos investigados por un juzgado de Sevilla por la presunta comisión de hasta cinco delitos relacionados todos ellos con la corrupción.