Por Cambio16 | Efe
27/02/2016
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El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha animado a sus militantes a apoyar con «orgullo» el acuerdo de Gobierno que ha firmado con C’s tras defender que representa un proyecto «coherente con los grandes principios socialistas de igualdad, libertad, justicia social, paz y fraternidad».
Mientras el Consejo General de Ciudadanos ratificaba esta mañana por unanimidad el acuerdo de gobierno con el PSOE, Sánchez acudía a la agrupación socialista de Pozuelo de Alarcón (Madrid) para depositar su voto afirmativo en la consulta del pacto con Ciudadanos a la militancia socialista, que se celebra hasta esta noche de forma presencial y por internet y a la que están llamados a participar unos 190.000 afiliados.
Dar voz a la militancia es dar voz a la democracia. Es un gran día y animo a participar con orgullo. #ConsultaPSOE pic.twitter.com/r8M4uObpPo
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 27 de febrero de 2016
Tras insistir en que el acuerdo está «abierto» a que se sumen otras formaciones políticas, ha apelado a las fuerzas de izquierdas como Podemos.
«Que no se le olvide a nadie que quien presenta su candidatura es el secretario general del PSOE, un partido tan de izquierdas como otros partidos de izquierda», ha reivindicado Sánchez.
Pedro Sánchez ha reforzado en las últimas horas su presión sobre Podemos para que le apoye en su sesión de investidura como presidente del Gobierno y ha descargado en la formación de Pablo Iglesias toda la responsabilidad de que siga gobernando Mariano Rajoy.
Mientras los militantes del PSOE votan la propuesta planteada por la dirección socialista tras el acuerdo con Ciudadanos, tanto el Gobierno como el PP han vuelto a recordar a Sánchez que ese pacto no es suficiente y han advertido de nuevo al presidente del Congreso, Patxi López, de que debe rectificar sus previsiones sobre el desarrollo del pleno de investidura.
El secretario general socialista reprocha a Podemos que no quiera sumarse a un gobierno de cambio y que diga que es «tan de izquierdas» que está dispuesto a votar en contra de su investidura para que Rajoy siga al frente del Ejecutivo.
Ha equiparado a Rajoy y a Iglesias por decir que su investidura está llamada al fracaso si es sobre la base del pacto con C’s y ha considerado que ninguno de ellos «ha entendido nada porque este acuerdo suma y ofrece una salida al atasco político que vive España». «Hay una línea roja que no vamos a sobrepasar y es que Rajoy no siga siendo presidente», se ha comprometido.
Esa petición ha seguido siendo utilizada por el Gobierno y el PP como argumento para rechazar que este partido pudiera facilitar la investidura de Sánchez porque, además, desea derogar todas las medidas aprobadas en los últimos años y que cree que están dando frutos.
«Pedir el apoyo del PP para autoecharse del Gobierno habiendo ganado las elecciones, es difícil de explicar», ha enfatizado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Ante la situación que se generará si fracasa la investidura de Sánchez, la vicepresidenta ha recordado al PSOE que tiene abierta la posibilidad de un gobierno de coalición con PP y Ciudadanos y ha dejado en manos de los socialistas la responsabilidad de evitar unas nuevas elecciones.
Tras advertir de que el documento firmado por el PSOE y Ciudadanos no es un acuerdo de constitucionalistas, sino «de socialistas», ha reiterado la disposición del PP a trabajar con el partido de Albert Rivera en pos de un acuerdo pero teniendo bien claro que el PSOE es «imprescindible».
Rivera, por su parte, ha reprochado a Rajoy su negativa a reunirse con él antes de la sesión de investidura de Sánchez, pero le sigue tendiendo la mano para apoyar un gobierno de progreso y reformista.
El acuerdo PSOE-Ciudadanos ha sido también criticado por dirigentes de varios partidos, principalmente del PP.
Así, su portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, ha acusado a los socialistas de «utilizar» a Rivera para que «vaya, corra y le diga» a Rajoy que se sume al «contrato de adhesión» firmado con Sánchez.
La vicesecretaria de Estudios y Programas, Andrea Levy, ha acusado a Sánchez y Rivera de «hacer teatro» y ha insistido en que su acuerdo es «una tomadora de pelo», no un pacto de investidura. Y el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez Maillo, ha dudado de que el PSOE mantenga el pacto con Ciudadanos si fracasa la investidura de Sánchez.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha calificado de «matrimonio de conveniencia» un pacto que cree que «no le conviene a España».
También ha habido críticas por parte de Compromís. Su coportavoz Mónica Oltra ha calificado ese acuerdo de «ficción» porque cree que los socialistas construyen un «discurso» en el que «estás conmigo o contra mí», y ha advertido a Sánchez de que «esto no funciona así».
Por parte del PSOE, su portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, se ha mostrado convencido de que Podemos acabará votando «sí» al pacto entre socialistas y C’s y le ha tendido la mano para seguir negociando si Sánchez no es investido la próxima semana.
En medio del cruce de declaraciones, ha seguido la polémica sobre el momento de la votación de investidura de la próxima semana.
La Junta de Portavoces del Congreso decidirá el lunes si adelanta una eventual segunda votación de investidura de Sánchez al viernes 4 de marzo, frente al sábado 5, como estaba inicialmente previsto.
Este posible cambio se produciría después de que el PP anunciara que recurriría al Tribunal Constitucional esa convocatoria al entender que la segunda votación de investidura debe celebrarse 48 horas exactas después de la primera, esto eso, hacia las 11 de la noche del viernes 4, y no la mañana del sábado, como pretende el presidente del Congreso, Patxi López.
No obstante, la Secretaría General del Congreso avala en un informe jurídico que esa segunda votación pueda celebrarse el sábado 5 de marzo, siempre que la tardía hora de celebración el viernes «justificase su retraso» al día siguiente.
A la espera de la decisión final del lunes, tanto el PSOE como Ciudadanos han avanzado que apoyarán que se mantenga para el día 5.