Por Iñigo Aduriz
La crisis abierta a raíz de que el lunes las fuerzas independentistas presentaran en el Parlament de Cataluña una propuesta de resolución que contempla la creación de un estado catalán, forzaba este viernes una situación impensable hace sólo unos días: Los representantes de los llamados partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos, siendo recibidos por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Palacio de la Moncloa.
Han sido dos entrevistas como dos mundos por sus diferencias tanto en el tono de los encuentros como por el contenido. Así, mientras el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, constataba las coincidencias que le han unido a Rajoy en cuanto a las acciones a poner en marcha para hacer frente al desafío secesionista, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, destacaba sus diferencias.
En lo poco que han coincidido los dos dirigentes es en señalar el trato cordial recibido por el jefe del Ejecutivo. Y también en el tiempo durante el que han estado reunidos con Rajoy: cerca de una hora. Además, ambos han jugado públicamente con la idea de que ellos puedan ser quienes ocupen la Presidencia del Gobierno y, por tanto, sean los nuevos inquilinos de La Moncloa, a partir de las elecciones del 20 de diciembre.
Recibidos de la misma manera
A pesar de que Podemos haya difundido una fotografía en la entrada de La Moncloa que hacía pensar que el presidente del Gobierno había recibido a Iglesias en la escalera del palacio, fuentes de la Presidencia del Ejecutivo se esforzaban a última hora en recalcar que se había recibido tanto al dirigente de la formación morada como a Rivera de la misma forma: en la puerta del salón donde se han reunido.
El contenido y el grueso de las conversaciones han sido las que han presentado mayores diferencias entre uno y otro. Rivera y Rajoy sí han coincidido en la necesidad de un pacto de todas las fuerzas políticas estatales para recurrir la mencionada resolución independentista ante el Tribunal Constitucional. También en rechazar cualquier tipo de diálogo con el actual president de la Generalitat, Artur Mas, o con Junts pel Sí y la CUP, que trate de desbloquear la situación.
La «gran coalición» a tres bandas
«No estamos de acuerdo en casi nada», aseguraba, en cambio, Pablo Iglesias, durante su comparecencia ante los medios. El líder del Podemos ha considerado que la vía del Constitucional no es la adecuada y, a diferencia de Rivera, ha abogado por dar la palabra a los catalanes a través de un referéndum pactado con el Estado y por encontrar un encaje de Cataluña en España a través de una reforma de la Constitución.
Mientras Rivera ha apelado a la unidad de todas las fuerzas políticas estatales para hacer frente al desafío independentista a través de la mencionada vía jurídica o, incluso, echando mano del artículo 155 de la Constitución, Iglesias denunciaba que PP, PSOE y Ciudadanos están «bunkerizados» en el «inmovilismo», e incluso ha planteado la idea de una «gran coalición» a tres bandas.
«Romper» España
Frente a la ruptura con cualquier elemento independentista «que rompa España» planteada por el líder de Ciudadanos, el dirigente de Podemos negaba cualquier opción de acuerdo con «los partidos que quieren romper España destrozando los servicios públicos», en clara alusión al PP.
Y si Rivera obviaba cualquier alusión a la corrupción en las filas del PP que sostiene el Ejecutivo, Iglesias se atrevía a hablar en La Moncloa de «las manzanas podridas» que existen en las filas populares.
Rajoy agradece la «disposición» de ambos
A última hora Rajoy comparecía ante los medios agradeciendo «la disposición» de los grupos políticos por atender su invitación ante el «mayor ataque que ha sufrido el ordenamiento constitucional en los últimos años». Al margen de las diferencias constatadas con uno y con otro el presidente del Gobierno destacaba los elementos en común tanto con Ciudadanos como con Podemos: «Todos defendemos la unidad de España, la soberanía nacional y el cumplimiento de las leyes».
Además, ha querido transmitir un mensaje de «tranquilidad» y ha asegurado que ha pedido a sus interlocutores que confíen en los aparatos del Estado. «España es un gran país, siempre ha sabido hacer frente a los retos que se le han planteado y estoy seguro de que ahora también será así. Por parte del Gobierno no va a quedar», ha concluido.
Rajoy se ha mostrado «muy contento» con la reunión mantenida ayer con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y ha considerado que ha ido «muy bien» el encuentro con Albert Rivera. En cambio, se ha limitado a decir que cree que «nada perdió» reuniéndose con Pablo Iglesias.