por PEPA BLANES
El actor argentino es uno de los protagonistas de esta catártica cinta que ha revolucionado cada sala de cine en la que ha sido exhibida. Relatos salvajes es una de las cintas más taquilleras de la cartelera española. Revolución en Cannes, Toronto y San Sebastián, está nominada a los Goya en la categoría de mejor película latinoamericana y ahora da el salto a Estados Unidos en busca del Oscar para Argentina.
De ganar el ansiado premio de la Academia, el Oscar también tendrá un poquito de español. Relatos salvajes es una película llena de grandes actores argentinos y dirigida por Damián Szifrón; sin embargo, la producción la firman nada menos que los hermanos Almodóvar y su productora El Deseo. Con ellos se han recorrido medio mundo Ricardo Darín; el actor está encantado con la presencia de los dos españoles en su vida. “Los he conocido en la cotidianeidad tras esta película. Siempre tuvimos buena relación, pero ahora se ha intensificado. Son muy graciosos los dos en tándem y tenemos una muy buena relación”.
Los Almodóvar han presumido de criatura. Relatos Salvajes no deja indiferente. El hecho de ser una comedia –género sobre el que se tienen todavía demasiados prejuicios- puede lastrar el camino hacia ese Oscar, pero Darín lo ve como una alegría. “Cuando tienes la suerte de estar involucrado en una película que genera esa repercusión y que invita al espectador a vivir una montaña rusa emocional y la audiencia te lo devuelve con felicitaciones, abrazos, aplausos y demás, eso es una gloria, no es algo que ocurra todo el tiempo y hay que disfrutarlo”, explica un actor que ya sabe lo que se siente cuando una película que protagoniza se alza con la estatuilla. Darín ya vivió el triunfo de El secreto de sus ojos, el thriller de Juan José Campanella que arrebató el Oscar, nada menos que al austriaco Mijael Haneke.
Relatos salvajes ha triunfado en un contexto social de crisis económica y de rechazo hacia los sistemas imperantes. La cinta se compone de una sucesión de relatos, de pequeños cortometrajes que están entrelazados porque en todos y cada uno de ellos, sus protagonistas reaccionan ante las injusticias. ¿Ha ayudado el contexto social al éxito de Relatos salvajes? Darín discrepa. “Me gusta pensar que es esa clase de películas que van por encima de las realidades localistas porque atiende y se involucra con temas humanos que son esenciales. Tendríamos que viajar mucho en el tiempo para encontrar un momento en el que los ciudadanos no se hayan sentido atropellados por la burocracia o por las estructuras o por las normas. Es difícil encontrar lugares y épocas donde no haya ocurrido eso”.
Su personaje es el más recordado de la cinta argentina. Bombitas es un héroe, nacional e internacional. “Todos somos Bombitas de alguna manera”, sonríe un seductor Darín. “A todos los ciudadanos, de las distintas latitudes nos pasan las mismas cosas, puede ser en distintas épocas y en diferentes tiempos, pero todos atravesamos una situación en la que sentimos que algo está por explotar”, explica el actor de El hijo de la novia.
La película recrea una forma de reaccionar ante las injusticias muy latina, que va desde la rabia hasta lo festivo; una reacción que puede resultar chocante en el mundo anglosajón, más dado a una violencia callada, fría y menos expresiva. “En los lugares anglosajones va a resultar todavía más liberadora porque hay una contención, unas costumbres y una idiosincrasia, quizá más cerrada, más austera, de menos manifestación emocional. Y en ese caso puede ser más liberadora”.
La competencia
Esa es, sin duda, la baza que jugarán el equipo argentino y el español para promocionar la película en la reñida carrera por el Oscar, donde Relatos salvajes competirá con la cinta polaca Ida o la rusa Leviatán. Dos películas de mucha enjundia que pueden robar el corazón a los académicos.
Ricardo Darín, como la mayoría de actores argentinos, se caracteriza –al menos fuera de la gran pantalla o los escenarios- por una cercanía inusual en las estrellas de cine. “Se pueden decir muchas cosas sobre los argentinos, hay muchos chistes sobre argentinos; pero si hay una cosa que puedo decir, no son muchas, sobre una de las características de lo que son los argentinos es la proximidad, la falta de solemnidad. Somos más campechanos, más de contacto”. Y tanto.
El actor suma a sus espaldas una larga lista de directores consagrados, pero cada año se entrega de manera generosa a nuevos directores, como es en este caso, en el que ha confiado plenamente en Szifron, que apenas tiene un par de títulos a sus espaldas. «Este es un oficio en el que cuesta muchísimo encontrar estabilidad. Es un terreno de alto riesgo, y si vas a correr riesgos, hay que correrlos de verdad”, dice el actor.
Después de Relatos Salvajes, el argentino vino a España a rodar la nueva película de Cesc Gay. Tras ese rodaje le esperaba el teatro en Buenos Aires junto a Erika Rivas, compañera de la cinta de Szifron. Una obra que Darín no descarta traer en un futuro a España, quizá en ese momento, el actor ya sume dos Oscar.