Por Cambio16
24/05/2017
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha manifestado que debatirá con el presidente de la Generalitat su propuesta si este tiene el «coraje» de presentarla en el Congreso. Por otra parte, ha asegurado que el Ejecutivo sigue trabajando para prevenir, perseguir y castigar la corrupción, y ha considerado acertada la propuesta de que el Senado coordine una estrategia frente a los ciberataques.
En la sesión de control al Gobierno celebrada en el Senado, Rajoy ha subrayado que el Ejecutivo va a «preservar» la democracia y el Estado de derecho que es España, lo que exige el respeto de las normas y las leyes por parte de todos. El presidente del Gobierno ha respondido de esta manera a la senadora de Esquerra Republicana Mirella Cortès Gès, quien le ha preguntado por su disposición para llegar a un acuerdo con la Generalitat sobre la celebración de un referéndum en Cataluña.
Cumplir la ley, ha argumentado el jefe del Ejecutivo, «va indisolublemente unido al concepto de la democracia», y quienes quieren cambiarla deben proponerlo al Congreso y convencer a los diputados de que eso es positivo para el conjunto de los españoles. Rajoy ha reiterado la invitación a Carles Puigdemont para que explique sus planteamientos ante esa Cámara. «Si va el señor Puigdemont, debatiré con él y lo haré con mucho gusto, y espero que tenga la valentía, la determinación y el coraje de hacerlo», ha indicado.
Mariano Rajoy se ha mostrado dispuesto a «hablar de todas las cosas que sean razonables», pero no a dialogar con quien, «en el caso de que yo no haga lo que él diga, me amenaza con una ley de transitoriedad jurídica para irse de España y para hacer uno de los mayores disparates que se han anunciado en muchos años». Ni un presidente del Gobierno ni nadie puede aceptar «chantajes», ha dicho Rajoy, quien también ha criticado que esa ley se pretenda aprobar por parte del Parlamento catalán en veinticuatro horas y sin debate.
Mientras otros «generan inestabilidad y frustraciones», ha añadido, su «voluntad» y su «obligación» es «atender las necesidades reales de Cataluña y de los catalanes». En este sentido, ha señalado que gracias a las decisiones del Ejecutivo central la situación ha cambiado de manera radical con respecto a finales del año 2011, cuando la Generalitat estaba «prácticamente en situación de quiebra», no podía financiarse y no pagaba a los proveedores.