Por Iñigo Aduriz
29/07/2016
- Rajoy acepta el encargo del Rey de formar Gobierno
- Pedro Sánchez insiste en que Rajoy tiene que presentarse a la investidura
- Iglesias traslada al Rey que los “números dan” para un Gobierno de izquierdas
- Rivera plantea al Rey un Gobierno del PP, PSOE y Ciudadanos sin Rajoy
- Cómo evitar las terceras elecciones
- Día de la marmota en La Zarzuela
Fue un sí pero a medias. La respuesta que le dio este jueves Mariano Rajoy al Rey después de que éste le encargara la formación de gobierno, o al menos lo que el propio líder del PP trasladó después a la prensa, no despejó del todo las dudas acerca de si en las próximas semanas el aún presidente en funciones se someterá a una sesión de investidura tal y como establece la Constitución en su artículo 99: «No conviene adelantar acontecimientos, y mucho menos en circunstancias como éstas que estamos viviendo», se limitó a señalar ante la continua insistencia de los periodistas que siguieron su comparecencia en La Moncloa.
La primera conclusión tras escuchar al aún jefe del Ejecutivo es que Rajoy busca tiempo. Después de que a lo largo de este largo mes tras las elecciones prácticamente todos los partidos políticos hayan denunciado la parálisis del PP a la hora de negociar con los demás, el líder de los populares asegura ahora que «redoblará los esfuerzos» y que hará «todo» lo que esté en sus manos para poder ir a esa investidura.
Por el momento ya ha hablado este viernes con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y ha quedado para mantener una primera reunión con él el próximo martes a las 11:30 horas, en el Congreso de los Diputados. También se ha puesto en contacto con el máximo dirigente de Ciudadanos, Albert Rivera, con el que también se verá la próxima semana.
Pero no hay ningún plazo límite ya que hasta que no se produzca esa sesión no empezarán a correr los plazos establecidos por la Constitución. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, no explicó este jueves cuál será la fecha de ese pleno, por lo que es probable que ante ese «periodo de reflexión» que ha venido reclamando Rajoy ante la falta de apoyos de las últimas semanas, la investidura no se produzca hasta el próximo mes de septiembre iniciado ya el curso político. Eso si finalmente se produce. La oposición insiste en que la Constitución obliga al candidato escogido por el Rey a presentarse a esa votación en el Congreso, pero el PP matiza y considera que podría ser que Rajoy no se presente si no tiene apoyos.
Un paso atrás
Un gesto que aceleraría el proceso supondría el paso atrás de Rajoy para que otro dirigente del PP le sucediera como presidente del Gobierno y reconstruyera los puentes destruidos por los populares con el resto de los partidos políticos durante los cuatro años de mayoría absoluta. Por el momento el partido más votado no se plantea esta opción, pero puede que finalmente no le quede otra en el caso de que quiera evitar unas nuevas elecciones y quiera seguir en La Moncloa. Ciudadanos y las fuerzas nacionalistas ya han dejado claro que su rechazo a la investidura tiene que ver en gran parte con el hecho de que sea Rajoy el candidato.
La espera marcará, por otra parte, la actividad política de las próximas semanas ante la imposibilidad de poner en marcha la actividad legislativa hasta la convocatoria de la sesión de investidura y ante la negativa del resto de fuerzas políticas de buscar una alternativa de Gobierno a la encabezada por el líder del PP. Además, tras la primera ronda de contactos liderada por el Rey no tendría sentido plantear otra opción ya que su mandato es que sea Rajoy y no otro aspirante el que trate de lograr una amplia mayoría en el Congreso, al menos hasta que la investidura fracase.
Ceder o cambiar de postura
Que los partidos de la oposición –en especial el PSOE y Ciudadanos a los que el PP les pide una gran coalición– cedan o cambien radicalmente la posición mantenida hasta ahora supondría así la única posibilidad para que Rajoy cumpla con el encargo de Felipe de Borbón. Necesitaría al menos que el partido naranja convirtiera su abstención en un ‘sí’ y que el PSOE o partidos nacionalistas como PNV y CDC se abstuvieran. Por el momento todas esas fuerzas políticas ya han mostrado su intención de mantener sus negativas al líder del PP.
El Rey ha situado la pelota en el tejado del PP. Rajoy tiene en sus manos el calendario de las próximas semanas. Sólo su capacidad de negociación y de cesión ante sus principales rivales políticos determinará la gobernabilidad del país. Serán su capacidad de flexibilidad, bien para modificar su política de la penúltima legislatura o bien para echarse a un lado, y un cambio de talante respecto a la política del rodillo utilizada durante los últimos cuatro años las que determinarán sus opciones de éxito, la puesta en marcha de una vía alternativa de la izquierda o la convocatoria de unas nuevas elecciones en el mes de noviembre, las terceras en menos de un año.