Por Cambio16
Más de un millón de personas tomó el domingo las calles de ciudades de todo Brasil para protestar contra la presidenta, Dilma Rousseff, quien inició su segundo mandato hace apenas 75 días, el pasado 1 de enero. La marcha más numerosa, con gran diferencia, se dio en Sao Paulo, donde cerca de un millón de personas, según cálculos de la Policía, se congregó en la céntrica Avenida Paulista. Pero, ¿cuál es el origen de este descontento?
La presidenta Brasileña se encuentra en estos momentos en el ojo del huracán. En medio de una delicada situación en la que los escándalos de corrupción y la situación económica del país amenazan con golpear con fuerza su Gobierno.
Origen del descontento
El punto común de todas las marchas fue el rechazo frontal a la corrupción, en especial del caso Petrobras, que los manifestantes achacaron en gran medida al Partido de los Trabajadores (PT), de Rousseff y del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, que tiene el poder desde 2003.
El escándalo en el seno de Petrobras, investigado por la policía desde hace un año, ha ganado dimensión en las últimas semanas con la apertura de investigaciones a cerca de 50 políticos, en su mayoría oficialistas, que supuestamente recibieron sobornos de miles de millones de dólares desviados de la petrolera.
Además de la corrupción, los manifestantes criticaron su política económica y las medidas de austeridad anunciadas para recuperar las cuentas públicas.
El deterioro de la economía, en especial debido al alza de la inflación, y los casos de corrupción han contribuido a erosionar rápidamente la popularidad de Rousseff que, casi cinco meses después de ganar las elecciones, ronda el 20%, según las últimas encuestas.
Las movilizaciones de este domingo han puesto de manifiesto el creciente descontento de las clases medias con el Gobierno brasileño.
Las protestas fueron convocadas por grupos opositores sin vínculo declarado con partidos políticos. La gran mayoría de manifestantes en todo el país vestían ropas amarillas y verdes, colores de la bandera brasileña, y no llevaban distintivos de partidos.
Los principales líderes de la oposición no participaron en las marchas, aunque en los últimos días sí dieron su apoyo expreso a las protestas.
El excandidato presidencial Aécio Neves, que no salió a la calle, difundió un mensaje a través de internet en el que animó a los brasileños a «no dispersarse» puesto que consideró que «el camino sólo está comenzando a ser andado».
En las calles, los constantes gritos «Fuera Dilma» y las peticiones de destitución de Rousseff fueron frecuentes en todos los actos.
«Esse 15 de março vai ficar lembrado para sempre como o Dia da Democracia.»http://t.co/faK5vtNMfB #EquipeAN
— Aécio Neves (@AecioNeves) marzo 15, 2015