Por: Cambio 16
27/11/2016
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Buscado por Venezuela y Cuba para juzgarlo por terrorismo, señalado por ser agente de la CIA, acusado de la voladura de un avión en Barbados. Luis Posada Carriles es considerado el «enemigo número 1» de la familia Castro, especialmente del líder fallecido Fidel.
El nacido en Cienfuegos, al sur de Cuba, fue visto en las celebraciones que se llevaron a cabo en Miami, y el diario el Nuevo Herald de la ciudad, aprovechó para preguntarle sobre lo que piensa de la muerte de hombre al que quiso matar «varias veces».
«Es una muerte injusta. En el mejor hospital de Cuba, con los mejores médicos y las mejores medicinas. Eso no era lo que debía ocurrirle», dijo el anticastrista que quedó en libertad en 2011 por un tribunal de Texas, evadiendo 11 cargos de perjurio, fraude y obstrucción de procedimiento.
Carriles admitió que su misión siempre había sido matar a Fidel Castro, pero asegura que el «destino» no quiso ayudarle. Ya con 88 años dice sentir al principio «alegría» por el fallecimiento de su enemigo y que al pasar de las horas se dio cuenta que no.
«Castro buscaba la oportunidad para matarme a mí y yo para matarlo a él«, reconoció.
Carriles intentó asesinar a Castro el año 2000 en Panama, específicamente en la Universidad principal de ese país donde habían invitado a Fidel a dar una conferencia. El plan era colocar bombas en el lugar, sin embargo, agentes de inteligencia detectaron el intento de atentado y arrestaron al anticastrista.
Duró 5 años preso, pero la entonces presidenta, Mireya Moscoso, le indultó. Viajó a El Salvador y luego cruzó por México la frontera a Estados Unidos donde fue arrestado por oficiales.
Se enfrentó a la justicia pero su relación con la CIA, de acuerdo con documentos desclasificados del Departamento de Estado, le ayudó para conseguir porteriormente la libertad.
Para el exiliado el fallecimiento de Castro es “un triunfo” y “un paso de avance” en la democratización de la isla, sin embargo lamenta que haya sido «tan tarde».
Cuba y Venezuela exigieron a Estados Unidos que fuera deportado a cualquiera de los dos países para llevale a cabo un jucio por terrorismo.
Ambos Gobiernos lo acusan de ser el autor intelectual de la voladura de un avión comercial de Cubana de Aviación en Barbados en 1976. También de la explosión de varias bombas en hoteles cubanos en la década de los años 90, una de las cuales le que costó la vida a un joven turista italiano en 1997.
Posada Carriles no cree que Fidel Castro haya cambiado en los últimos años, caracterizados por los cambios que se han visto en la isla diplomáticamente y comercialmente. “Él no cambió nunca, así se murió” dijo.