Margallo: «Venezuela está en la frontera del caos»

García-Margallo ha hecho estas declaraciones durante su intervención en el coloquio del Foro Red de Casas titulado «Venezuela: una reflexión sobre el presente», que se ha celebrado en Casa América y en el que también ha participado el expresidente del Gobierno Felipe González.

El ministro ha considerado que «es posible» que haya «una implosión social» en Venezuela aunque «no es probable».

Ha señalado que el país «no tiene reservas y las importaciones se están reduciendo, no hay alimentos ni medicinas» y, en este sentido, ha dicho no saber «hasta dónde se puede llegar sin que haya una implosión social que desencadene una reacción del Ejército», algo que a su juicio no conviene ni al gobierno ni a la oposición.

Así, ha ofrecido la ayuda y plena disponibilidad de España para «poner las condiciones que ayuden a resolver la crisis» y que el país salga de su actual situación, colaborando en resolver la ayuda humanitaria que el país necesita «de forma urgente».

«Es la única forma de crear un clima que permita abordar reformas económicas y políticas», ha dicho, antes de apostillar: «En contra de lo que dice Nicolás Maduro, la política de España no es en contra de Venezuela, sino a favor».

«Caracazo»

Por su parte, el expresidente del Gobierno Felipe González ha abogado por un diálogo inmediato en Venezuela que conduzca a la reconciliación nacional ya que, a su juicio, el país caribeño «ya no tiene tiempo» porque vive «una emergencia» y ha advertido de que la situación puede derivar en un «caracazo».

El 27 de febrero de 1989 estalló en Venezuela una revuelta popular denominada «el Caracazo» contra las medidas económicas del Gobierno de Carlos Andrés Pérez, entre ellas el incremento en un 90% del precio de los combustibles.

Siete días de enfrentamientos dejaron cientos de muertos y dos millares de heridos.»Venezuela necesita diálogo y reconciliación y lo que no tiene es tiempo.

Tiene que darse en un tiempo muy limitado, es muy urgente», ha asegurado González, quien ha considerado que el país atraviesa «el periodo especial que vivió Cuba tras la caída de la Unión Soviética entre 1992 y 1995 pero mucho peor» porque «el Estado cubano distribuía la escasez con eficiencia».