Por Cambio16
20/11/2015
El candidato opositor a la Presidencia argentina, Mauricio Macri, ha cerrado su campaña para la inédita segunda vuelta del próximo domingo con una llamada al cambio y la unidad, mientras que el oficialista Daniel Scioli instó a optar entre el proyecto «del desarrollo» o el «demonio del capitalismo salvaje».
Para poner punto final a la campaña electoral, Macri eligió Humahuaca, una pequeña localidad de la provincia de Jujuy, en el extremo noroeste de Argentina, mientras que Scioli optó por dos actos en la provincia de Buenos Aires, a la que gobierna desde hace casi ocho años.
«Quiero trabajar todos los días para ayudarlos a que ustedes vivan mejor. Voy a dejar lo que tengo y lo que no tengo para que los argentinos tengan mejores oportunidades», dijo Macri, segundo en la primera vuelta del 25 de octubre, con el 34,15% de los votos, y favorito según los sondeos para los comicios del domingo.
En un acto al pie del monumento a la Independencia en Humahuaca, el alcalde saliente de Buenos Aires y candidato del frente conservador Cambiemos afirmó que su «desafío para los próximos años» es «cambiar la vida y el futuro de todos los argentinos».
«Podemos vivir mejor, merecemos vivir mejor», señaló Macri, quien prometió «pobreza cero», créditos para vivienda, calidad en la educación pública y «enfrentar al narcotráfico».
En un discurso breve, de unos diez minutos, y con tono triunfalista, Macri aseveró que los argentinos ya perdieron «demasiado tiempo enfrentados y llegó la hora de construir puentes» y pidió no «pelear» y «cuidar esa energía para construir la Argentina«.
«Argentinos, estamos listos para vivir una etapa maravillosa de nuestra historia. Quiero que hoy cada uno se vaya a su casa sabiendo que esto comienza, que esto es verdad, que el momento llegó, que decimos que todos juntos vamos a construir nuestra Argentina. ¡Vamos, Argentina! ¡Cambiemos!», concluyó Macri su discurso.
Horas antes del acto, Macri participó junto a miembros de comunidades de pueblos originarios en un ritual de «ofrenda» a la Pachamama (la «madre tierra»).
Por su parte, Scioli, quien obtuvo el 37% de los votos en la primera vuelta, cerró su campaña con dos actos, el primero en la ciudad bonaerense de Mar del Plata, donde afirmó que el domingo se elige entre un «trabajador del pueblo» y un «creído» de un barrio rico de Buenos Aires, en referencia a Macri.
Horas después, en un acto en la localidad de La Matanza, una de las mayores canteras de votos peronistas de Argentina, insistió en la idea: dijo que los argentinos deberán elegir entre «una opción liberal, expresión de ese demonio del capitalismo salvaje» y un «proyecto nacional que toma las bases del peronismo y las trae a los nuevos tiempos».
«No hago una campaña del miedo. Lo genera el otro candidato cuando dice que va a sacar subsidios y va a abrir el mercado», justificó el candidato del gobernante Frente para la Victoria ante miles de seguidores, que agitaron banderas y cantaron la marcha peronista.
«Los peronistas somos el símbolo de la justicia social, de la generación de trabajo y tenemos que defender las conquistas de estos años interpretando hacia el futuro las nuevas demandas», dijo el postulante oficialista.
En su discurso de algo más de un cuarto de hora y con tono vehemente, Scioli repudió las declaraciones del ecuatoriano Jaime Durán Barba, asesor político de Macri, quien había dicho que «ningún elector vota preguntándose qué quiere el Papa» y que Francisco «no mueve ni diez votos en una elección».
«Yo quiero desde aquí, con toda responsabilidad, repudiar esta declaración ofensiva bajo todo punto de vista de quien hoy está siendo admirado en el mundo entero», respondió Scioli al recordar la figura del sumo pontífice, quien abogó por que «se vote en conciencia», sin mostrar apoyo ni a uno ni a otro candidato.
Argentina entra este viernes oficialmente en periodo de reflexión de dos días para unas inédita segunda vuelta en la que 32 millones de votantes están llamados a decidir quién sucederá a Cristina Fernández en la Presidencia argentina a partir del 10 de diciembre.