Por Cambio16
13/07/2017
El ex mandatario de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva, rechazó este jueves el fallo de la justicia que le condenó a nueve años y medio de pena por presunta corrupción.
«Ellos solo quieren eliminarme del juego político», expresó el dirigente del brasilero Partido de los Trabajadores (PT), quien pretende lanzarse a los comicios presidenciales de 2018. Sus abogados apelarán el fallo que, para ser firme, debe ser aún ratificado en segunda instancia.
«La única persona que tiene el poder de quitarme del juego es el pueblo brasileño», dijo Lula visiblemente emocionado en medio de la dirigencia del PT, que lo vitoreó.
El fallo del juez Sergio Moro implica que el ex mandatario cumplirá la pena fuera de la cárcel porque tiene más de 70 años. Al respecto, Lula dijo hoy: «tengo 72 años pero voy a luchar como si tuviera 30».
«No hay evidencias»
Para el ex mandatario, más que una persecución en su contra es para impedir el proyecto político que él representa, no obstante, indicó que dará la pelea en los tribunales y en las calles: «Me siento aliviado porque sé el tamaño de la mentira», agregó.
Entre las pruebas que sustentan el fallo contra Lula está un contrato sin firma de un apartamento de lujo, que supuestamente había sido cedido por el grupo empresarial OAS para obtener contratos con el Estado. La defensa del ex mandatario ha rechazado los cargos y denuncia que esos señalamientos carecen de asidero.
«No sé cómo alguien puede escribir 300 páginas para decir absolutamente nada sobre la evidencia que debe mostrar», alegó el ex jefe de Estado, quien lidera las encuestas de preferencia electoral para los comicios presidenciales del año próximo. No obstante, si la condena es firme, podría implicar la inhabilitación política por 19 años.
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado este miércoles a nueve años y medio de cárcel por un tribunal de primera instancia, por su implicación en la red de corrupción que operó en Petrobras, informaron fuentes oficiales.
La sentencia fue dictada por el juez Sergio Moro, responsable de las investigaciones sobre la colosal trama corrupta destapada en el seno de la petrolera estatal, quien encontró a Lula culpable de los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.