Por Cambio16 | Efe
08/02/2016
Los dos titiriteros detenidos el viernes en Madrid por ensalzar supuestamente a ETA durante un espectáculo programado por el Ayuntamiento de la capital han presentado un recurso contra el auto en el que el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ordenó el sábado su ingreso en prisión provisional.
El magistrado, que ordenó prisión provisional sin fianza de ambos a instancia de la Fiscalía, imputa a Raúl García Pérez, de 34 años, y a Alfonso Lázaro de la Torre, de 29, un delito de enaltecimiento del terrorismo y otro cometido con ocasión del ejercicio de derechos fundamentales y de las libertades públicas.
Según informan en un comunicado, los abogados de los titiriteros estiman que estos no cometieron ni enaltecimiento del terrorismo ni incitación al odio por lo que piden su puesta en libertad.
Los letrados alegan en el recurso que «no es la obra de ficción con mayor violencia que se ha producido en la historia del cine, teatro, televisión o literatura» y que en las otras «no se ha optado por imputar al creador».
Así, recuerdan que se puede encontrar una monja violada en la obra de la serie cinematográfica Pesadilla en Elm Street 3 y que «son múltiples las obras en las que de modo más menos explícito aparecen actos de violencia sexual», e incluso citan a autores clásicos como Shakespeare y su poema El rapto de Lucrecia.
Añaden que un juez asesinado se puede encontrar en la película italiana ¿Por qué se asesina a un magistrado? y «en las numerosas obras de ficción basadas en el triste final del célebre fiscal Giovanni Falcone».
Abundan en que son muchas las obras en las que aparecen personas asesinadas «desde la clásica Crimen y castigo de Dostoyevsky hasta la más moderna y prosaica serie de películas del célebre personaje ‘Rambo'».
Explican que la obra de títeres objeto de análisis es una «sátira humorística representada con motivo de los Carnavales» y aclaran que la citada agresión sexual representada no es a una monja «como por error sostiene el auto» sino a una bruja.
Los letrados comentan que «paradójicamente la misma democracia que ahora homenajea a Federico García Lorca, que gritaba conmocionada Je suis Charlie Hebdo, sintiéndose ofendida por el brutal ataque fundamentalista a una revista por atreverse a hacer una sátira de Mahoma, ahora pone en marcha su maquinaria procesal y ordena prisión de unos autores de una sátira humorística».
Por otra parte argumentan que los titiriteros negaron en todo momento que la obra se dirigiera al público infantil o que hubieran ocultado a la empresa concesionaria de la programación las características de la misma y manifestaron que incluso a su comienzo advirtieron a las personas adultas de la existencia de escenas violentas por si entendían que eran inadecuadas para sus hijos.
Respecto al delito de enaltecimiento del terrorismo recuerdan que el Tribunal Supremo ha exhortado a extremar el cuidado para evitar que se convierta en un instrumento dirigido a controlar la «disidencia política».
Indican que el autor de una obra de ficción no exalta al régimen nazi por el hecho de que en su película u obra aparezca un oficial del Tercer Reich gritando «Heil Hitler» con el brazo en alto.
En el auto de prisión, el juez explica que los dos arrestados, durante el desarrollo de la obra La bruja y don Cristóbal escenificaron numerosas acciones violentas, como el ahorcamiento de un guiñol vestido de juez, el apuñalamiento de un policía, la violación de una monja y el apuñalamiento posterior con un crucifijo.
Además exhibieron una pancarta con la leyenda ‘Gora Alka-ETA’, «habiendo tenido lugar esos hechos en un acto público, con numerosa concurrencia de personas y asistencia de un público infantil, a quien esencialmente estaba dirigida la representación de los títeres», según la resolución.