Por Benito Guerrero
Lina Morgan ha fallecido a los 78 años después de hacer reír a varias generaciones en el teatro y en la televisión. Tras una larga enfermedad, que la mantuvo nueve meses internada en el hospital madrileño beata María Ana, la inolvidable «tonta del bote» ha fallecido en su domicilio de Madrid. El Teatro de La Latina, donde tantas veces dio las «gracias por venir» a un público que cada noche se echaba en sus brazos, será el lugar donde se instale su capilla ardiente.
Nacida como Ángelez López Segovia en el barrio más castizo de Madrid, Lina era conocida por mover las piernas como nadie y por ese movimiento de ojos que parecía sacarlos de sus órbitas. La madrileña saltó a la fama con Dos maridos para mí, película que compartía con Juanito Navarro en 1965. Cuatro años después, la actriz madrileña daba el salto a la gran pantalla con un papel protagonista en Soltera y madre en la vida. Un año después llegaría La tonta del bote, su comedia más popular y divertida.
Tras las horas bajas del humor castizo, Lina Morgan volvió a resurgir con Casta ella, casto él donde compartía escenario con Florinda Chico y Antonio Ozores. En 1983 compró el Teatro de La Latina por 127 millones de pesetas, del que sería propietaria durante más de tres décadas.
Lina llegó a la televisión con Compuesta y sin novio, escrita por Pedro Masó. Después de recibir un TP de Oro en 1994 a la mejor actriz, cada jueves por la noche durante cuatro temporadas pudimos verla en Hostal Royal Manzanares. Otros trabajos de la actriz para la televisión fueron ¿Se puede? y Academia de baile Gloria.
Hoy acaba la función más importante de la actriz más castiza pero los archivos serán el mejor lugar al que acudir para recordar que, si algo nos enseñó Lina Morgan, es a reírnos de nosotros mismos.
Repasamos los mejores momentos de la vida de Lina Morgan en esta galería:
https://www.youtube.com/watch?v=SBrz9aAo6s0