Diario de campaña | Por Cambio16
ACTUALIZADO 23/06/2016
Si la corrupción y la gestión de estos últimos cuatro años hicieron que el PP perdiera en las elecciones del 20 de diciembre cerca de 3,8 millones de votos respecto a 2011, los populares irán a las urnas el próximo domingo con un escándalo más sobre sus espaldas: las grabaciones en las que se escucha al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, hablando con el responsable de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, tratando de buscar cómo incriminar a miembros de partidos nacionalistas catalanes en distintos delitos.
En los audios, desvelados en la tarde del martes por el diario Público, se puede escuchar cómo el ministro insta a De Alfonso a buscar datos comprometedores de dirigentes de ERC y CDC así como del Govern catalán para poder imputarles supuestos delitos de corrupción.
Siempre según el citado medio digital, se trata de unas grabaciones realizadas en el despacho del titular de Interior el 16 de octubre de 2014, tan sólo a unas pocas semanas de la consulta soberanista del 9N de ese año, en las que, además, Fernández Díaz desvela que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es conocedor de esos intentos por incriminar a los líderes independentistas. Este aspecto ha sido negado por el jefe del Ejecutivo este miércoles en una entrevista en Onda Cero.
Peticiones de dimisión
Todos los partidos excepto Ciudadanos y el PP han exigido en las últimas horas la dimisión de Fernández Díaz por estas grabaciones. «Ahora no tiene más justificación para seguir en el cargo», ha considerado el líder del PSOE y candidato a La Moncloa, Pedro Sánchez, en la Cadena Cope. Y el president de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, ha ido más allá acusando al Gobierno de hacer «guerra sucia» contra los catalanes. «Ya teníamos la sospecha y ahora está claro que ha habido un planteamiento de guerra sucia», ha asegurado, en una entrevista en Rac1.
Lo cierto es que la información ha obligado a los populares a dar explicaciones a tan sólo dos días de que finalice la campaña electoral. El propio Rajoy ha asegurado que su ministro le ha informado de la reunión una vez han sido desvelados los audios, si bien ha considerado que se trata de unas conversaciones de «dos personas que hablan de temas de su competencia». No ha querido añadir más valoraciones.
«La víctima de un ataque»
Fernández Díaz, que ni ha valorado ni explicado el contenido de esas conversaciones, ha asegurado que es «la víctima de un ataque» y que no dimitirá. Ha criticado, además, que «todos los partidos, desde Bildu a Ciudadanos» pidan su dimisión, «sin darse cuenta» de que él es «la víctima de este atropello y ataque y sin esperar a que la investigación aclare lo sucedido». El ministro ha sugerido que «a algunos les molesta que exista en Cataluña una oficina que luche contra la corrupción y que también desde Interior se luche contra la corrupción», calificando de «sorprendente» que «ya la presidenta del Parlament diga que tiene todos los mecanismos en marcha para destituir» a De Alfonso.
A su juicio, «hablar de conspiración» entre De Alfonso y él «es una injuria y una calumnia absolutamente intolerable», como también ha denunciado la «evidente intencionalidad» de que se filtren ahora unas conversaciones de hace dos años, aunque ha evitado apuntar al origen de la filtración: «No quiero caer en un juicio de intenciones, lo serio es esperar a la investigación».
Una filtración que, según él, «se hace de forma editada, sesgada, dirigida y descontextualizada, y puede suceder que se entre en malinterpretaciones de frases que, en su contexto adecuado, no tiene el sentido que algunos pretenden dar. Pero como se pretende destruir y destrozar políticamente al adversario y que deje de actuar en las investigaciones contra corrupción, parece que todo vale», ha dicho.