‘Por Cambio16
«Ahora Madrid es una fuerza que no está dentro del sistema democrático constitucional». «PP y PSOE no pueden considerarse los enemigos ni adversarios». «Junto a Ciudadanos, estas fuerzas de centro suman 37 concejales que no pertenecen a la opción de izquierda radical». «Un millón de madrileños han votado las opciones moderadas de centro o centro-derecha que representan una mayoría democrática que respeta el régimen constitucional, frente a otra opción (Ahora Madrid) de la izquierda radical».
Estas son algunas de las frases que la candidata del PP a la Alcaldía de Madrid, Esperanza Aguirre, pronunció en la rueda de prensa del martes. En la que llegó a ofrecer apartarse y entregarle en bandeja la alcaldía al socialista Antonio Carmona antes que a Manuela Carmena.
Hasta aquí todo claro. Pues bien, este miércoles el discurso de Aguirre ha dado una vuelta de tuerka a su discurso y lo que el día anterior parecía imposible ahora cambia. Pero lo que no sufre modificación es el protagonista del mismo: Podemos (de ahí que nos permitamos la licencia de escribir tuerca con ‘k’, en referencia al programa de televisión de Pablo Iglesias).
Aguirre ha insistido en esta ocasión en que su programa tiene «muchos puntos en común» con el socialista y ha sugerido intentar formar un gobierno de concentración entre todas las fuerzas, también Ahora Madrid -pese que un día antes no quería ni cruzarse con Carmena-, para gobernar Madrid desde una propuesta común.
Esperanza Aguirre se ha reunido esta mañana con la cabeza de lista de Ciudadanos al Ayuntamiento, Begoña Villacís, encuentro en el que ha encontrado muchos puntos en común y en el que ha constatado que, según ha explicado, a C’s también le causa «verdadera preocupación» alguno de los planteamientos de Ahora Madrid.
Por eso ha vuelto a insistir en la necesidad de llegar a un pacto o incluso a un Gobierno de concentración en el que estén los cuatro partidos que han logrado representación en las elecciones, también Ahora Madrid, aunque eso sí, sin admitir propuestas como «construir soviets en los distritos», según ha dicho.
Según la candidata popular, es «seguro» que los errores del Ejecutivo «han hecho nacer a Podemos», pero no se debe «castigar» a los madrileños con un Gobierno de este partido, cuyo programa electoral ha admitido que no se ha leído.
Ante el hecho de que PP y C’s no suman los escaños suficientes para evitar que gobierne Ahora Madrid, si el PSOE se decanta por pactar con Manuela Carmena, ha remarcado que es posible llegar a un pacto «o a un gobierno de concentración» en el que estén presentes los cuatro partidos, «incluida Carmena», con un programa en el que «todos estemos de acuerdo».
Podría ser alcalde, en ese caso, «un líder del PSOE como el profesor Carmona, o un líder de Ciudadanos» como Villacís, aunque ha admitido que hay pocas probabilidades de que ese hipotético gobierno de concentración la hiciera alcaldesa a ella.
«Soy la que desenmascara a Podemos, y eso no gusta mucho. Pero también puede ocurrir, porque el PP es la fuerza más votada, y si cada uno se vota a sí mismo puede ser que yo fuera alcaldesa, no lo descarten», ha añadido.
Con todo, Aguirre ha destacado que son «muchos» los puntos en común con el programa socialista de Antonio Miguel Carmona, y como ejemplo ha citado sus propuestas de bajar impuestos, quitar el «afán recaudatorio» de las multas, crear una oficina antifraude o favorecer la transparencia, promesas que «son prácticamente las mismas en mi programa».
Desde su punto de vista, entre PP, PSOE y Ciudadanos suman 37 concejales que apoyan un programa «de centro, centro izquierda, centro derecha», frente a los 20 concejales de Manuela Carmena por Ahora Madrid.
Respecto a Carmena, Aguirre ha asegurado que «nunca» ha dicho de ella que no fuera democrática, sino que se presenta con una fuerza política, Podemos, «cuyo líder, Pablo Iglesias, ha dicho que quiere cambiar nuestro sistema democrático occidental» para convertirlo en una democracia «bolivariana», ha afirmado, «y eso no es la democracia tal y como la conocemos desde que acabamos con la dictadura».
Es más, ha asegurado que la estrategia de unir a las fuerzas de centro está «en el ADN del PP».