Por Carlos Pérez Gil | Efe
ACTUALIZADO 24/01/2016
La oferta de Podemos para gobernar en coalición ha avivado aún más el debate abierto en el PSOE sobre qué opción es la más favorable para que Pedro Sánchez sea presidente, aunque en las filas socialistas no se ponen de acuerdo sobre cuál sería la mejor combinación.
Sánchez recogió el guante lanzado por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, para negociar una coalición de gobierno, pero sin concretar si estaría dispuesto a compartir carteras, algo que no estaba en su mente.
La tesis que ha mantenido hasta ahora el secretario general es que el escenario más adecuado sería un gobierno monocolor, «progresista y reformista», liderado por el PSOE y que contara con el apoyo y la complicidad de otras fuerzas «a derecha e izquierda».
En ocasiones, Sánchez habla de un gobierno ‘a la portuguesa’, lo que implicaría una entente solo de partidos izquierda, pero también ha apostado por hacer una oferta a Podemos y Ciudadanos, porque a los tres les «une el cambio».
Sánchez cuenta con que los partidos nacionalistas puedan favorecer su abstención, pero garantiza que no buscará el apoyo, al menos de ERC, Convergencia y EH Bildu, aunque no ha descartado acordar con el PNV.
La presidenta andaluza, Susana Díaz, se ha mostrado cauta en los últimos días y no ha dado pistas de qué fórmula de gobierno le podría agradar, dejando claro que es legítimo que Sánchez busque una alternativa y «explore otras posibilidades».
Díaz insiste en que el PSOE no puede apoyar a Rajoy y de que el sitio del PSOE «está en la oposición, donde nos han colocado los ciudadanos».
También ha hecho hincapié en que Sánchez tiene «una hoja de ruta», que es la resolución del último Comité Federal, que establece que el PSOE dialogará con partidos que renuncien al derecho de autodeterminación, como defienden Podemos y los nacionalistas.
Entre los barones, el más claro has sido el presidente de Aragón, Javier Lambán, para quien la combinación «más atinada» es un pacto «de investidura, de legislatura o de gobierno» con Podemos, IU y Ciudadanos.
Lambán, que gobierna con el respaldo externo de Podemos e IU, ve también «necesariamente» el acuerdo con la formación de Albert Rivera para acometer con holgura las reformas necesarias y buscar soluciones al problema de Cataluña.
El pacto triangular PSOE-Podemos-Ciudadanos también es la receta que propone la líder de los socialistas vascos, Idioa Mendia, quien ha considerado que hay «mimbres suficientes» para materializarlo.
Mendia ve que los tres comparten el interés en reformar la Constitución, de aplicar medidas para la regeneración democrática y de poner en marcha una agenda social.
El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, no ha descartado en los últimos días un acuerdo entre PSOE, Podemos y Ciudadanos para formar gobierno, aunque no ha ocultado sus dudas en que esto pueda ser viable.
Según Fernández Vara, cualquier solución es mejor a que haya nuevas elecciones, aunque no las descarta si Podemos insiste en su referéndum.
Como ejemplo que tendría que seguir Sánchez, la presidenta de Baleares, Francina Armengol, ofrece su modelo de gobierno «sólido y estable» en las islas junto con la plataforma de izquierdas MES, que tiene cuatro consejeros, y Podemos, que da apoyo sin estar en el gobierno.
Situación parecida hay en la Comunidad Valenciana, pero su presidente, Ximo Puig, no ve que se pueda exportar a la Moncloa, porque «la suma no es posible, ni por un lado ni por otro».
A las quinielas de los barones se han unido otras voces esta semana, como la del alcalde de Valladolid, partidario de que Sánchez gobierne en solitario y capee la situación en minoría buscando acuerdos concretos para cada caso.
Ante el inquietante silencio del expresidente Felipe González, que ha rehuido por ahora ‘mojarse’ sobre qué tipo de alianza sería la mejor para el PSOE, sí ha dado un paso al frente Alfredo Pérez Rubalcaba para tachar de «insulto» la propuesta de Pablo Iglesias.
También se ha pronunciado el exvicepresidente Alfonso Guerra, quien solo ve dos salidas realistas: gobierno del PP en minoría o elecciones en primavera, ya que ve difícil que Sánchez cuadre otra combinación.