Por Cambio16
27/04/2017
La moción de censura contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciada por Unidos Podemos nace abocada al fracaso tras el rápido portazo con el que han respondido el PSOE y Ciudadanos, aunque la formación morada está decidida a seguir adelante, aún sin el apoyo del resto de grupos.
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No lo necesitan, ya que según el reglamento del Congreso la moción de censura para exigir la responsabilidad política del Gobierno debe ser propuesta al menos por la décima parte de los diputados, es decir 35 y Unidos Podemos tiene 67. Esos números le han dado pie al portavoz del PP, Rafael Hernando, para responder: «¿A qué están esperando?, ya están tardando», ha señalado tras invitar a Podemos a dejar de hacer el «ridículo porque España «no está para charlotadas» sino para «cosas serias».
De momento, sólo Compromìs ha respaldado sin paliativos la iniciativa anunciada por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, para desalojar a Rajoy de La Moncloa y hasta ERC ha puesto condiciones al avanzar que sólo la apoyaría si se facilita el camino al referéndum en Cataluña; mientras el PDeCAT y el PNV han pedido más seriedad a Podemos.
La formación morada y sus confluencias sostienen que ante la «grave situación institucional» es su «obligación ética» hacer todo lo posible para acabar con la «descomposición» y la situación de «emergencia democrática» que ha provocado la corrupción del PP.
Así lo han repetido en una rueda de prensa en el Congreso tanto Iglesias como el líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, y los portavoces de En Comù Podem, Xavier Domènech, y de En Marea, Antón Gómez-Reino, tras anunciar la apertura de una ronda de consultas con otros partidos y con la sociedad civil para preparar esa moción de censura.
Poco antes de esa rueda de prensa se habían puesto en contacto con algunos de los que pretenden que sean sus interlocutores. Iglesias ha llamado al presidente de la gestora socialista, Javier Fernández, y hablado después con su portavoz Mario Jiménez con la intención de cerrar un encuentro; así como con el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y el portavoz de Jueces para la Democracia, Ignacio González.
El PSOE sólo ha esperado unos minutos para responder por boca de su portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, quien ha acusado a Iglesias de actuar «con la misma mala fe y falta de rigor» con la que hace un año anunció un gobierno de coalición y terminó votando contra Pedro Sánchez. «Entonces nos engañó, ahora no nos va a engañar, la respuesta es no», contestaba Hernando sentenciando al fracaso la moción de censura y criticando que Iglesias informara al presidente de la gestora sólo diez minutos antes de la rueda de prensa.
Si algo ha conseguido Podemos una vez más es que todo el PSOE, sin distinción entre sus candidatos, se haya revuelto contra lo que ven como un intento de Iglesias de golpearles e interferir en su proceso de primarias. En Podemos lo niegan, dicen que mucho más importante que la situación interna de un partido es la situación del país, y aunque admiten que les ha sorprendido la «virulencia» con la que han reaccionado los socialistas, les piden que recapaciten.
No obstante, fuentes de la dirección morada también advierten de que no van a «jugar con los tiempos del PSOE». Calculan que «en semanas», a mediados de mayo, podrán presentar la moción de censura y sólo esperarían a que el PSOE tuviera un nuevo secretario general si los socialistas les confirman previamente su apoyo a la moción.
De momento, Podemos no ha presentado candidato alternativo a Rajoy -otro de los requisitos reglamentarios para formalizar la moción- a la espera de como transcurran sus contactos, pero aseguran ya que están «dispuestos a todo».
Al igual que el PSOE, Ciudadanos no ha tenido dudas: no secundarán «ningún número de circo» a los que acostumbra Podemos, según el secretario general del partido, José Manuel Villegas, quien ha asegurado que los problemas de España no se resuelven «haciendo presidente, vicepresidente o ministro de Interior a Pablo Iglesias».
El encargado de comunicar su iniciativa a las formaciones catalanas ha sido Xavier Domènech quien ha avisado al presidente de ERC, Oriol Junqueras, y a Marta Pascal de PdCAT.
La respuesta ha llegado en el Congreso, donde el portavoz de Esquerra, Joan Tardá, ha confirmado que sólo apoyarán una moción de censura contra Rajoy si les garantizan que no se van a poner impedimentos al referéndum soberanista en Cataluña.
Y desde el PDeCAT, su portavoz, Carles Campuzano, ha contestado que hablarán con Unidos Podemos, pero ha exigido seriedad y concreción. «Está bien vivir en sorpresa permanente, pero hay que ser serios y rigurosos y conocer exactamente en qué términos se plantea su moción», ha dicho.
A estas opiniones se suma la del portavoz del PNV, Aitor Esteban, quien tras escuchar a Iglesias ha llegado a la conclusión de que «lo que se debe enseñar en la universidad cada vez está más alejado de lo que es la práctica parlamentaria y de cómo funciona el Parlamento». Esteban ha criticado las formas de Podemos, les ha acusado de perseguir un «fin partidista» y ha avisado de que si fracasa esa moción quien puede acabar reforzado es el propio presidente del Gobierno.